Un escándalo se vivió en el fútbol argentino luego de que la violencia nuevamente apareciera en un partido. A pesar de las medidas de seguridad, un proyectil y una bomba de ruido salieron de la tribuna de Quilmes generando que el meta Brian Olivera de Gimnasia de Mendoza no pudiera continuar, lo que provocó la suspensión del partido.
Increíblemente, el presidente de los cerveceros, Mateo Magadán, actuó como un matón cuando el elenco rival no quiso jugar más el match por el delicado estado de salud del meta.
“Están armando todo para suspenderlo. Ya está, ya me lo dijeron todo”, manifestó en la puerta del vestuario visitante antes de despacharse una frase que trajo revuelo en Argentina por sus características gangsteriles. “¿Qué te pensás que estoy solo en AFA? Tengo 20 tipos que me bancan atrás”, agregó.
Luego, el directivo agregó que “no van a suspender el partido, esto se va a volver a jugar y van a tener que venir de Mendoza de nuevo. Salió 10 millones de pesos la jodita”.
Reafirma aprovechamiento del arquero y el club rival
Toda esta polémica llevó al dirigente a usar sus redes sociales para expresar su sentimiento. “Voy a comenzar este mensaje diciendo que repudio todo tipo de violencia y que celebro que Brian Olivera esté en perfecto estado de salud”, escribió en Instagram.
Luego, por la frase de la discordia, contó Magadán que “con respecto al exabrupto que anoche se viralizó ‘tengo 20 tipos en AFA’, vale aclarar que hay circunstancias en que la pasión puede jugar una mala pasada”.
Ahí le tiró más leña a la hoguera al culpar al presidente del otro equipo. “La frase fue en el marco donde el presidente de Gimnasia me negó entrar con nuestro médico al vestuario a constatar cómo estaba el arquero. A ello se sumó que no quería ir a los hospitales y sanatorios de Quilmes, montando una parodia que incluyó colocarle suero a la supuesta víctima”, señaló.
Siguió con el relato: “Fue entonces cuando les dije a mis dirigentes, en medio de la bronca e impotencia, que ya sabía que estaba todo armado para sacarnos ventaja, porque hay 20 dirigentes amigos que me habían advertido que podían ocurrir algunos hechos como el que finalmente ocurrió”.
Luego el dirigente continuó detallando el tema. “Mi postura fue que yo no iba a permitir eso porque no había sustento para que el partido no se reanude. No quise decir ni digo que tengo veinte (20) amigos que harán algo para favorecer a Quilmes. A lo que me refiero con 20, número más simbólico que real, es a las advertencias que había recibido, y yo no me iba a quedar quieto porque estaba convencido que no había pasado nada que ameritara ese final, como para dar cierre a una llave en un escritorio y no en la cancha”.
Se autocalifica de “buena gente”
Luego de estas increíbles palabras donde critica el actuar de los rivales, víctimas de la situación, tuvo el desparpajo de señalar que “por eso es de buena gente disculparse cuando uno dice algo que no condice con el espíritu del mensaje”.
“Nos costó mucho llegar a esta instancia, fue un año de muchísimo esfuerzo para que un ardid que viola el fair play perjudique a los 20.000 socios del club que presido y amo desde la cuna”.
Eso sí, al final se acordó que la culpa fue de su hinchada. “Desde ya tomaremos las medidas de seguridad e institucionales, que impidan que un hecho así vuelva a suceder. Y estamos trabajando junto con los organismos correspondientes para identificar a aquellos que tuvieron actitudes intolerables en la noche de ayer. Habrá sanciones ejemplares de parte del club”. ¡Menos mal!
¿Qué disputaban Quilmes y Gimnasia de Mendoza?
Ambos equipos se encuentran en la Primera Nacional y jugaban la liguilla para ascender a Primera División. Luego del incidente, AFA remitió los antecedentes al Tribunal de Disciplina para determinar lo que ocurrirá con la llave.