Hace casi tres semanas la Copa Africana de Naciones vivió un insólito episodio en medio del choque entre Túnez y Malí, cuando el árbitro del partido, Janny Sikazwe, pitó el final del encuentro dos veces antes del tiempo reglamentario. Hoy, la historia dio un giro.

El juez de Zambia decretó el término del encuentro a los 85' y a los 89' y ni siquiera otorgó los descuentos, pese a que durante el partido hubo un total de seis cambios, dos penales y una tarjeta roja.

Como era de esperarse toda la furia de los fanáticos cayó sobre Sikazwe, pidiendo duras sanciones por su actuación en el encuentro, pero la situación tuvo un inesperado vuelco en las últimas horas.

El juez zambiano ofreció una sentida rueda de prensa en la antesala de las semifinales del certamen, explicando que sus razones para pitar antes el final del choque entre Túnez y Malí no fue por voluntad suya, sino por algo divino.

"Hacía mucho calor ese día. La humedad era de alrededor del 85%... Después de calentar sentí las duras condiciones. Incluso después de tomar agua, para refrescarme, era como si no hubiera tomado nada. Pero los árbitros somos soldados y estábamos listos para continuar”, comenzó diciendo.

"Estuve muy cerca de regresar a Zambia en un ataúd. La gente ha hecho comentarios negativos sobre mí y cómo manejé el partido. Todo lo que llevaba encima ese día estaba caliente. Incluso el equipo de comunicación. Quería tirarlo. Me pregunto quién me dijo que terminara el partido. Creo que fue Dios quien me lo dijo...", explicó.

Sikazwe entregó más detalles de lo ocurrido, revelando que "la Confederación me llevó al hospital al día siguiente. Les dije que estaba bien. Pero insistieron en ellos. Me hicieron un electrocardiograma para ver cómo reaccionaba mi corazón al ejercicio físico. También me hicieron análisis de sangre. Los resultados fueron normales".

"Normalmente, si no podía continuar debería haber hablado con el cuarto árbitro. Pero no tuve tiempo de hablar con él. Mi familia estaba muy preocupada, después de todas las noticias, especialmente en las redes sociales", relató.

De paso, el juez aclaró que "personas que no conocía me enviaban mensajes telefónicos. Tuve que bloquearlos. Me encanta este trabajo y voy a continuar. Algunas personas dicen que tal vez este es el momento de jubilarme. Este no es el momento de jubilarme. No me jubilaré hasta que pueda encontrar a alguien (en Zambia) que me reemplace".