Hace nueve años Chile estaba de fiesta. Alexis Sánchez convertía el penal decisivo en la tanda ante Argentina en Copa América y se consagraba campeón por primera vez en la historia de este partido.
Los jugadores chilenos celebraron sin pensar que en la cancha había un trofeo muy preciado: la pelota que el Niño Maravilla pateó para batir al meta trasandino Sergio Romero.
Un balón que se fue a las pocas horas del país. El árbitro colombiano Wilmar Roldán, que está en la polémica durante estos días por el robo a la Roja ante Canadá, fue quien pitó ese duelo y se llevó el objeto a su país.
Ahí se la entregó a un compatriota amigo, que tuvo guardada la pelota durante nueve años en un museo subterráneo. El sujeto se contactó con la empresa de subastas The Dream Auctions Memorabiblia Deportiva para que la pelota vuelva a Chile.
Certificaron la pelota que pateó Alexis
Alejandro Burgos, director de esta empresa de subastas, contó la historia en Las Últimas Noticias. “El año pasado nos escribió vía email una persona desde Colombia que quería hablar con nosotros, y era intermediario de un abogado colombiano muy conocido en su país y que tiene un museo privado, uno de los más grandes de Sudamérica”, comenzó señalando.
Agregó que “nos dijo que tenía un objeto que para él no debía estar en Colombia sino en Chile, el balón que pateó Alexis Sánchez en la final de la Copa América 2015 y que le dio el título a la Roja”.
Eso no era todo. “También tenía las tarjetas amarilla y roja de ese partido que le regaló Wilmar Roldán. Nosotros le creímos la mitad y le pedimos más antecedentes a pesar de que la pelota estaba con una dedicatoria del juez”, indicó.
La investigación fue profunda. “A partir de ahí, comenzó un trabajo minucioso para determinar la validación del balón y confirmar que, junto a las tarjetas amarilla y roja, eran efectivamente los objetos que protagonizaron esa histórica noche del 4 de julio del 2015 en el Estadio Nacional”, manifestó Burgos.
“Le pedí fotos de todos los cascos del balón y fotos globales. Necesitaba investigar todo esto y le encontré 3 o 4 marcas de pasto. También revisé en detalle cada vez que enfocaron el pie de cada jugador que pateó la pelota. Estuve una semana haciendo eso. Con eso confirmé que efectivamente era el balón. Las tarjetas ya hablan por sí solas porque están escritas a mano y con el sello FIFA de Wilmar Roldán”, pudo determinar el director de la empresa.
Roldán reconoce la pelota
Contó Burgos que el año pasado, en un partido que Roldán arbitró a Chile ante Perú, se reunió con Burgos.
“Fui al hotel con la pelota y las tarjetas, me recibió y le conté lo que tenía. Se sorprendió. Es un objeto de culto para nosotros. El balón más importante de la historia del fútbol chileno y lo tenemos de regreso en el país”, explica.
Cuenta que Roldán “miró todo y reconoció que eran suyos, que esa noche se jugó con dos balones. Uno con el que se jugaron los 90 minutos y se lo quedó él. Y el otro balón que fue el de los penales y que tenemos nosotros”.
¿Qué pasará con la pelota?
A pesar de trabajar en una empresa de subastas, Alejandro Burgos indica que no lo va poner en el mercado el balón.
“Hacemos cada dos meses y medio subastas, hemos visto camisetas de miles de dólares, varias de Diego Maradona, Pelé y la de Leonel Herrera de la final de la Copa Libertadores de 1991, pero este balón no será subastado”, dijo tajantemente.
“Estamos pensando bien qué hacer con él porque no queremos que quede en cualquier lugar”, cerró.