Pancho Saavedra fue el más reciente invitado del programa De Tú a Tú. En conversación con Martín Cárcamo, el animador habló de cómo la culpa católica en la que fue formado afectó impactó en su vida y también el momento en que descubrió su verdadera orientación sexual.
Hablando de la adolescencia, Pancho recordó que estudió en el Colegio San Martín de los hermanos Maristas. “Creo que la educación católica o de los curas puede llegar a ser un poco castradora con respecto a los momentos en la vida con los que tú te encuentras y cómo vas creciendo”, resaltó.
Por eso también admite que “crecí con la culpa católica, todo era pecado, de lo que sentía o de quién te gustaba. Entonces de repente uno se mandaba un condoro de niño y ese condoro hacía que tú te fueras a la capilla a rezar 10 ‘Padre Nuestro’ y eso creo que es un grave error. No es algo que yo le inculcaría a mis hijos“.
En complemento a eso, se crió en una familia con un abuelo rígido, figura patriarcal en su familia, que le enseñó todo lo que significaba el sacrificio pero, por otro lado, todo era tema: el corte de pelo de su tía, el divorcio, el ser distinto, la vestimenta, etcétera.
“Creo que nunca me hubiese atrevido a decirle a mi abuelo quién realmente era, sino que al final de sus días lo único que recibí fue un apretón de manos como diciendo, ‘sabes que, tú dale con todo y sé feliz'”, reflexionó el conductor de Lugares que Hablan.
Y si bien él siempre supo quién era, reconoce que “hay gente que es mucho más valiente y lo asume desde antes. Y hay otras personas que no tenemos la valentía para poder hacerlo en el momento en el que lo teníamos que hacer para vivir una vida sin tranca”.
El cambio definitivo para Pancho Saavedra
Una vez que terminó el colegio y llegó a Santiago, descubrió un mundo nuevo. Gracias al hecho de estar lejos de su casa y de la burbuja de su ciudad natal, aceptó su orientación sexual.
Cárcamo le consultó sobre si en su adolescencia le gustó algún joven del mismo sexo, ante lo que Pancho explica que “yo lo tenía reprimido y tengo la sensación que por eso yo era muy culposo. Entonces tú empezabas a sentir algo que no era lo normal y yo me iba a la capilla a rezar”.
¿Por qué no le contó a sus padres? “Porque yo sentía que los iba a defraudar”, confesó Saavedra-.
De hecho, su principal preocupación “era mi abuelo, no era ni mi papá ni mi mamá, era mi tata”. Por eso, cuando ingresó a la universidad hablaba del tema con su tía Violeta, quien resultó ser su confidente.
También le contó a su hermana y que la conversación con su madre fue un poco engorrosa, pero ella le dijo algo muy sabio y que es una frase que la lleva como un bastión de vida: “me dijo, ‘lloré un día completo y cuando pasó ese día me di cuenta que tú eras el mismo que ayer’. Y listo, se acabó, ahí empecé a sentirme más resuelto”.
Pancho sostuvo que “hoy es una responsabilidad de los medios de comunicación, de los animadores, de los comunicadores, de los políticos de nuestro país poder asegurarle a los niños y a los jóvenes que vivan una vida feliz y plena”.
“Hoy el Estado de Chile no es garante frente a los temas de la diversidad”, recalcó antes de terminar.