Nicolás Massú fue el más reciente invitado del programa “De Tú a Tú”, momento en el que se volcó a recordar los detalles que nadie vio o supo de la época en que se coronó con dos medallas en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
El ex tenista le contó a Martín Cárcamo que él llegó con 24 años al evento y que en ese entonces estaba dentro de los mejores del mundo, había ganado torneos importantes y el año anterior había sido su mejor año.
“Llegué con otra perspectiva de lo que se podía hacer, fui pensando que se podía lograr algo grande. Esas dos semanas fueron espectaculares”, confesó Massú.
Según recuerda, “lo que más rescato es que yo no tuve miedo, cuando tuve la oportunidad fui en busca de eso. No me conformé, porque yo tenía todas las excusas posibles para poder jugar esa final de singles sabiendo que no había dormido. Estaba muy desgastado porque con Fernando habíamos ganado la medalla de oro en dobles el día anterior. Entonces esa noche dormí cuatro horas, con toda la emoción de haber ganado la primera medalla de oro para Chile, con todo el desgaste de la semana. Yo no estaba en igualdad de condiciones“.
Tras examinar el partido, Nicolás reveló que después del cuarto set fue al baño, se mojó la cara, se miró al espejo y antes de entrar nuevamente a la cancha, entre el cansancio y la adrenalina, se dijo: “anda y lucha hasta el final porque este partido lo tengo que ganar como sea. Esta oportunidad no la vas a tener nunca más en tu vida. Anda y lucha como un león”.
Mil cosas se le vinieron ala cabeza una vez que ganó. “Cuando saco para el partido, miré para arriba y le pedí a Dios que me dejara ganar ese punto y que por último si después lo ganaba no jugaba nunca más tenis… y después me empecé a lesionar”, contó entre risas.
En el programa, Nicolás Massú mostró las dos medallas olímpicas que solamente las ha sacado de su casa dos veces, una fue para cuando dio una conferencia en Santiago anunciando su retiro, y otra para mostrarlas en el espacio de Canal 13.
“Las saqué ahora porque estamos en Viña, están ustedes, y porque creo que es un buen momento para mostrarlas, este año se vienen los Juegos Olímpicos de Tokyo así que corresponde”, puntualizó.
A propósito de la memorabilia, la madre de Massú Sonia Friedman, más conocida como la Tía Sonia, confesó que tiene todo tipo de cosas que ha guardado de su hijo y que su sueño es poder hacer un museo de la historia de Nicolás. De hecho, mostró la primera raqueta de Massú, una raqueta de madera que tiene más de 40 años.
El tenista aseguró que “mi mamá siempre ha sido un pilar fundamental desde mis inicios, sin ella hubiese sido muy difícil ser tenista porque también cumplió un rol de mamá y poder darse el tiempo con mis otros hermanos, no hacer diferencias. Golpear puertas para que yo pudiera viajar, tener a mi abuelo contento”.
“La verdad es que su personalidad me ha ayudado mucho (…) ella nunca se metió en la parte tenística ni en tomar decisiones, entonces tuve mucha suerte. Ella lo dijo: lo importante es que yo estuviera feliz y ella creyó en mí”, sentenció Massú.