Esta semana debuta la tercera temporada de Luis Miguel, la serie, nuevo ciclo que le pondrá fin a la historia del Sol de México contada por Netflix. Y ahora el público asistirá a una debacle con lujo de detalles al ver a Micky en su peor momento, sobre todo por su estado financiero.

Siguiendo el juego de lineas temporales paralelas y equiparando situaciones del pasado con el futuro, el nuevo ciclo recorrerá las aristas más oscuras en cuando al lado económico de la carrera de Luis Miguel.

Mientras en los noventas Patricio está intentando hacer rendir los pocos ingreso que ha generado la recientemente creada nueva empresa de Luis Miguel, Aries; en 2017, el panorama se complica para el Sol de México tras las consecuencias del accidente auditivo que se vio en la temporada pasada y los conciertos que decide no dar por lo mismo.

Así, una demanda de su ex representante le caerá encima al punto de que se lo llevarán arrestado, al hacer caso omiso de las citaciones que le ha enviado la Justicia estadounidense.

Luis Miguel: ¿Qué problema judicial tenía Luis Miguel?

El empresario William Brockhaus denunció a Luis Miguel por la cancelación de una serie de conciertos en la fallida gira de 2015.

En junio de 2016, la jueza federal de Nueva York, Katherine B. Forrest, resolvió que el ídolo latinoamericano debía pagar un millón 43 mil dólares a su ex representante.

Brockhaus en primera instancia había pedido 2,2 millones de dólares, pero la jueza sólo le reconoció 549 mil dólares, más 98 mil dólares por intereses acumulados desde junio de 2014 y 395 mil dólares en gastos de representación, o sea para el pago de los abogados.

Brockhaus hizo una jugada efectiva que, para enero de 2017, le dio nuevos frutos: ganó la demanda en contra el cantante por incumplimiento de contrato.

En ese entonces, la jueza conminó a Micky a poner a disposición de Brockhaus su Rolls Royce modelo 2013, valorado en 96 mil dólares, ya que no se encontraron fondos significativos en las cuentas bancarias de las que el ex representante tenía dentro de su conocimiento.

Todo el proceso luego se trasladó a la costa oeste de Estados Unidos, ante la negativa respuesta de Luis Miguel Gallego Basteri. Y el 17 de abril del 2017 la jueza Virginia A. Phillips emitió una orden de arresto en contra de Luis Miguel, por no acudir a las audiencias a las que se le citó en la ciudad de California, Estados Unidos.

Es por eso que el Sol de México termina siendo detenido el 2 de mayo del mismo año, aunque después de presentarse ante una corte en Los Ángeles, fue dejado en libertad, no sin antes pagar una fianza de un millón de dólares.

A este enredo judicial, a Luis Miguel se le sumaron otras acciones legales como la demanda su propia discográfica, Warner Music, que le reclamó 3,6 millones de dólares. Y también está la querella del cantante Alejandro Fernández por un tour en conjunto que Luis Miguel cobró por adelantado y después no cumplió con aparecer. Pero esa ya es harina de otro costal.