Julio César Rodríguez relata el doble intento de encerrona: "Los esquivé rajado"

Julio César Rodríguez fue víctima de la delincuencia la noche del miércoles, cuando desconocidos ejecutaron un doble intento de encerrona, mientras el animador de Contigo en la Mañana de Chilevisión transitaba por la comuna de Providencia.

Los episodios tuvieron lugar en la intersección de Huelén con Andrés Bello, donde un vehículo de alta gama se atravesó en el camino del comunicador, instancia en la que tres individuos buscaron quitarle vehículo, mientras otro esperaba al volante.

JC logró zafar del primer intento de robo, pero los sujetos abordaron el Audi que se transportaban hasta lo alcanzaron a la altura de Nueva Costanera, donde intentaron nuevamente conseguir su objetivo.

¿Cómo fue el doble intento de encerrona a Julio César Rodríguez?

Tras el incidente, escapando airoso en las dos oportunidades, el animador llegó hasta la comisaría de Las Tranqueras, para estampar una denuncia sobre lo ocurrido.

Según contó a LUN, “vi que se bajaron tres gallos, dos de ellos con pistolas. No pensé mucho y lo esquivé por el lado del piloto de ellos. Doblé por Andrés Bello para arriba a alta velocidad y caché que me venían siguiendo”.

“Ahí vi que era un Audi Q5, primero pensé que era un Q3. A la altura de Pedro de Valdivia me trataron de encerrar otra vez y los esquivé rajado”.

“Ahí la pensé más porque podría haberle chocado la puerta del piloto y haber atropellado a uno de los gallos, pero seguí para adelante no más”, sostuvo el periodista.

Entonces, “me fui por Andrés Bello a alta velocidad. Habían muchos autos así que los fui esquivando. Me metí a la pista que baja por Andrés Bello para andar más rápido, si estos gallos seguían atrás mío”.

“Me pasé todas las rojas desde Manuel Montt hasta más arriba de Alonso de Córdova tocando la bocina para no chocar, y de ahí me fui directo manejando hasta la comisaría de Las Tranqueras”, detalló JC.

Julio César Rodríguez recalcó que “querían el auto y no se rendían nunca”, y además reconoció que, una vez en su casa, llegó “tiritón, pero era eso u otra cosa”.