Dicen los expertos que el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar tiene una noche más, y, que ya hace rato no son seis, si no que son siete jornadas por la creación de la Gala que da inicio a todas las actividades alrededor del evento máximo que se desarrolla en la Ciudad Jardín, no por nada más de mil personas se agolparon en las afueras del Casino pujando para poder entrar.

Y en esta ocasión, tal como lo anunció la Alcadesa Macarena Ripamonti en la conferencia de prensa pevia, la ecología y los recursos reutilizables fueron el eje central para tomar conciencia sobre el planeta. Agua, tierra y aire eran los elementos a considerar en cada uno de los vestuarios que usaron los más de 120 invitados que dijeron presente a la Plaza Colombia.

A ver, aclaro que no soy un entendido en moda, tengo mis preferencias como todos ustedes y aclaro que es muy difícil que me haga docto en esta materia en un futuro y en razón de esto lo haré desde la óptica de lo que me pudo haber parecido atractivo, como de lo que realmente encontré muy fuera de lugar, ya que siempre nos han vendido la pomada que es el evento más importante del Jet Set criollo. Con ese prisma, el evento debe responder a la altura que corresponde, pese a que siempre lo he encontrado de más.

¿Quién la rompió?

Tita Ureta, panelista de Juego Textual de Canal 13 me pareció de lo más espectacular de la noche. Su vestido confeccionado en base a redes de pescadores de color café y un look de pelo engominado dando la característica de estar humedo iba muy ad hoc considerando que la alfombra roja estaba a pocos metros del océano. Sin duda, la mejor.

Tita Ureta: Glamour y calidad, la mejor (Agencia Uno)

Destaco también a la actriz Leonor Varela con su vestido negro, a Ivette Vergara y su propuesta de monedas, como también la sobriedad y elegancia que aportaron Millaray Viera, Belén Soto, a Vanessa Borghi y esa especie de diosa griega y Nicole Moreno. En hombres, la prestancia y buen apunte de Gonzalo Valenzuela con sus zapatillas originals de la marca deportiva alemana de las tres rayas, algo que ya usó Brad Pitt en algún momento y que está fabricada en cuero sintético y no considera el uso de materiales de origen animal. También recalco a Francisco Saavedra, José Luis Reppening, de lo mejorcito sin duda.

Las monedas de Ivette Vergara, aprobaron (Agencia Uno)

Aplaudo a María Jimena Pereyra y su esposa Tania con el look ligado a lo oriental de materiales reutilizables y por cierto, a María José López con Luis Jiménez. La Cote y el Mago, merecen todo mi resprto y se nota los años que vivieron en Europa y sobre todo algunos de ellos en Milán, la capital de la moda. Kika Silva fue otra que deslumbró reutilizando el mismo vestido que usó Cecilia Bolocco en la gala del 2007, negro con transparencia. Aplausos para ella por recordar. 

Cote López y el Mago Jiménez, distinción puro (Agencia Uno)
 
El mismo vestido de Cecilia Bolocco que usó Kika Silva con mucha elegancia (Agencia Uno)

¿Quién quedó al debe?

Según mi prisma, no me gustó el look del actor Matías Assler. Su falda pantalón no era el tema, si no los colores, muy apagados y carente de la vida que debía tener el evento. Princesa Alba fue otra, no por su propuesta, si no por la forma de confección de su vestido, aunque me pareció muy interesante cómo se trabajó con el yeso y sus uñas. La actriz Carmen Zavala también reprobó.

La falda pantalón de Matías Assler (Agencia Uno)
Princesa Alba (Agencia Uno)

Quizás, la tendencia de lo cantantes urbanos es esa, rupturistas total y con la convicción de llamar la atención. En esa línea, Flor de Rap, Polimá con su disfraz y Marcianeke reprobaron. Lo de Vesta Lugg es nota parte; entendible e incluso uno puede estar afin a lo que dijo, esto de ¡qué más ecológico que no usar ropa!, pero es particularmente llamativo y excesivo. Chocante. Anna Balmánica, tampoco me gustó.

Gino Costa de TVN tampoco estuvo a la altura y por cierto, Di Mondo. Bien por el cobre que es nuestro gran producto nacional, pero muy chabacano, sin duda. Además, que fue quien más se paseó por la alfombra roja, por la zona mixta para conversar con los periodistas y no lo podían sacar, ante una impaciente organizadora de ese sector, quien disponía de los tiempos de cada uno de los famosos.

El cobre de Di Mondo (Archivo)

¿La sorpresa?

Los perros de Daniela Castro y Tita Vidaurre fue de lo más destacado de la jornada, ellos realmente se lucieron y merecen todo el respeto. 

¿Lo feo?

El desorden fue la consigna. Nunca entendí tanto aparateje de escenarios para lo poco que se usaron. El público, los invitados especiales de la alcaldesa Macarena Ripamonti y que poca cercanía tuvieron con los famosos como en otroras galas cuando se acercaban y se tomaban alguna fotografía, mientras que el viñamarino en su esplendor, estaba en las afueras del recinto cerrado por rejas clamando por tener una oportunidad de ingresar, que fue rechazada y por cierto, con manifiesta molestia.

En resumen, una gala pobre independiente del fuerte trabajo que hay detrás, reprobó, sin duda. La Noche Cero que no le alcanzó ni para un cuatro y solo me saco el sombrero con esos cientos de trabajadores que tuvieron que desmontar todo en horas de la madrugada, el trabajo oculto y silencioso lo valoro más.