Corentin Moutet volvió a hacer de las suyas. Si su berrinche ante Alejandro Tabilo en el Miami Open ya había dado de qué hablar, lo que ocurrió días antes confirma que el francés no puede evitar el show.
De la cancha al estacionamiento: “¡Vamos a pelear!”
El episodio más bochornoso de Moutet ocurrió en su duelo de cuartos de final contra Alexander Bublik en el Challenger de Phoenix.
Tras un tenso apretón de manos en la red, los jugadores se enfrascaron en una discusión que escaló rápidamente.
El juez de silla intentó calmar los ánimos, pero Bublik, sin pelos en la lengua, desafió a Moutet de la manera más directa posible: “¿Diez minutos afuera? Vamos. ¿Nos peleamos?”.
El kazajo insistió, mientras el supervisor del partido intentaba separarlos. “El niño francés habla mucho, pero no quiere pelear”, lanzó Bublik, alimentando el incendio. Moutet, por su parte, solo río, aunque no pareció tomarlo a la ligera.
Un historial que se repite: Del Chile Open a Miami
Este episodio con Bublik no es un caso aislado. Moutet tiene un largo historial de espectáculos en cancha, incluyendo altercados con jugadores como Nicolás Jarry en el Chile Open. Y su berrinche ante Tabilo en Miami fue solo una continuación de su particular “estilo”.
El francés se pasó todo el partido provocando al público chileno, gritando “¡Chile, Chile!”, cada vez que ganaba un punto.
Luego, cuando las cosas no le salieron bien, decidió sentarse en su silla en pleno partido, negándose a seguir jugando. La respuesta del umpire fue inmediata: penalización y derrota en el set.
Moutet podrá ser talentoso, pero con este tipo de actitudes, se está ganando más fama por sus escándalos que por su tenis. De hecho, ya es conocido como “el enemigo de chile”.