Finalizandola Semana Santa 2021, período en que anualmente devotos cristianos conmemoran el Triduo Pascual, es decir los momentos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo. Este período comprende ocho días, que comienza con el Domingo de Ramos (28 de marzo en este caso) y que culmina con el Domingo de Resurrección (4 de abril).

Sin embargo, en esta ocasión la celebración se ha viso parcialmente interrumpida debido a la pandemia del coronavirus, ya que las visitas a iglesias y otras tradiciones que se practican año a año no han podido desarrollarse con normalidad.

Cabe destacar que en Chile la situación del Covid-19 se ha tornado bastante compleja, sobre todo durante la última semana. Durante los últimos días los reportes han alcanzado cifras récord, superando la barrera de los 8 mil contagiados por dos días consecutivos. Por este motivo, las autoridades han solicitado la población con mayor ímpetu esta Semana Santa, cumplir las medidas de protección, como el distanciamiento social y las cuarentenas.

No obstante, a pesar de las restricciones, existe una tradición que no se ha visto afectada por las estrictas medidas aplicadas por el Gobierno. Se trata de la abstinencia de carnes rojas.

¿Por qué no se puede comer carne?

Durante este tradición católica no se puede comer carne, debido a que esta se asocia al cuerpo crucificado de cristo. Por tanto, por respeto, los cristianos católicos practican la abstinencia.

Otra de las teorías apunta a que el dejar de comer carne es señal de austeridad en días de reflexión y penitencia, instancia perfecta para dejar atrás tradiciones ligadas al lujo.

¿Se puede comer carne el sábado y domingo?

Los postulados sobre qué días de la Semana Santa se puede comer carne y qué días no, son muy diversos. No obstante, todos ellos están de acuerdo en que el Viernes Santo es el principal día que no se debería comer, puesto que la liturgia católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

Por lo tanto, comer carne el sábado o domingo de la Semana Santa no va en contra de la tradición cristiana. De todas formas, esa decisión depende de cada cristiano.