Este martes se reúnen los consejeros del Banco Central en la segunda Reunión de Política Monetaria del año, para fijar una nueva tasa de interés en la Tasa de Política Monetaria, que actualmente se ubica en 5,5%.
La TPM se ajusta para controlar la inflación, con el fin que el índice llegue arangos cercanos al 3%. El problema es que la inflación hoy se ubica en 1,5% en lo que va del año -y 7,8% en doce meses-, lo que hace pensar en un alza histórica de la TPM.
Al respecto, el Consejo de Política Monetaria propuso un aumento de 175 puntos base (pb), lo que llevaría a la TPM al 7,25% su mayor valor desde el 2008, en medio de la crisis subprime; mientras que analistas y operadores financieros pronostican un alza de hasta 200 pb, llevando la tasa al 7,5%.
Ante el escenario, Carlos Budnevich, ex jefe de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (actual CMF), prevé que “estamos con un riesgo muy fuerte por shocks de oferta internacionales y además por los desanclajes de las expectativas, y una política fiscal que va a estar puesta a prueba porque las presiones por mayores gastos están latentes”.
Para el extitular de la extinta superintendencia, el escenario por sí mismo es complejo y un eventual nuevo retiro de ahorros previsionales “puede descarrilar la pretensión que todos tenemos de que se controle la inflación”.
¿Qué es la inflación y cómo se controla?
La inflación se define como el aumento generalizado en los precios de los bienes y servicios de una economía durante un período de tiempo determinado. Este aumento se produce cuando hay más dinero circulante del cual el mercado tiene la capacidad de absorber o cuando escasea la oferta de bienes y servicios en comparación a la demanda.
El Banco Central se encarga de controlar la inflación a través de la Tasa de Política Monetaria; la tarea es mantener el encarecimiento de precios en valores cercanos al 3%, sin embargo, en lo que va del 2022, llega al 1,5% y en doce meses alcanza el 7,8%; por lo mismo, el BC debe definir el futuro de la TPM con miras a controlar el incremento sostenido de precios.
El problema de ello es que un aumento de la tasa tiene un fuerte impacto en el valor de los créditos, afectando principalmente a las personas que buscan comprar una vivienda o las pymes que necesitan acceder a la banca. De hecho, en esta jornada, el BC informó una fuerte caída en la demanda de créditos durante el primer trimestre del 2022, donde destaca que un 82% de las inmobiliarias perciben una menor demanda que en el trimestre anterior.