La presencia de Fernando Zampedri es la gran novedad de la Roja para enfrentar a Paraguay y Ecuador en las Eliminatorias. El Toro, pentagoleador del fútbol chileno, fue llamado por Ricardo Gareca apenas se confirmó su nacionalización y por fin se suma como arma en ataque.
Fue un largo camino para vestir la camiseta nacional y bien lo sabe su esposa, Fernanda Benavidez, quien le dedicó una emotiva carta en redes sociales.
“Por junio del 2019, después de aguantar meses jugando infiltrado y con dolor, llegaba la noticia de que necesitabas reconstruir tu tobillo con todo lo que esa información conllevaba para nosotros, la incertidumbre de si ibas a poder volver a jugar y en qué condiciones quedaría tu pie”, partió diciendo.
“Sin embargo, ahí estábamos los dos, tirando para el mismo lado, con más dudas que certezas, pero con la convicción de que ahí no se terminaba el fútbol para vos. Lo dimos todo y lo digo en plural porque fui parte del proceso (…) Y así fue, contra todo pronóstico, seis meses después firmabas tu contrato en Católica“.
La emotiva carta de la esposa de Fernando Zampedri
“¿Te acordás cuánto miedo teníamos? Sin decirlo en voz alta, ambos enfrentábamos el temor de que nada volviera a ser igual para vos. Llegó el 2020, arranque dubitativo, lleno de cuestionamientos de terceros que no creían en tus condiciones. Con el correr del tiempo, tapaste bocas, superaste expectativas, rompiste récords, te encargaste de representar los colores de la Cato de la mejor manera, dejaste tu apellido en alto en el fútbol chileno“, dijo.
“La semana pasada veníamos golpeados, porque yo más que nadie sé lo que sentimos en cada partido perdido (…) y llega esta noticia, formar parte del seleccionado nacional, vivir un sueño, quizás el más loco de todos los que podríamos tener. ¿Lo esperábamos? No… ¿Lo tenés merecido? ¡RE CONTRA SÍ!“, agregó.
“Por lo que sos, por lo que das, por estos 5 años de trabajo arduo, por superarte, por ir por más. La frase trillada es: Deséalo tanto, tanto, tanto que la vida no tenga más remedio que dártelo (…) Te amo tanto, mi Zampe, que es imposible reflejarlo en palabras. ¡VAMOS CON TODO, A POR TODO!“, cerró.