Uno de los riesgos de la asistencia de los históricos de la selección chilena a la Copa América es el que se vislumbra hoy: dos meses después, las figuras de la Roja recién comienzan sus temporadas en Europa y las Eliminatorias Sudamericanas para Qatar 2022 están a un paso.
El equipo que comanda Martín Lasarte se enfrentará contra Brasil, Ecuador y Colombia, el 2, 5 y 9 de septiembre, y jugadores claves e inamovibles como Claudio Bravo llegarán con escaso o nulo rodaje en partidos oficiales o amistosos.
El caso del arquero y capitán de la selección chilena es particularmente especial. Su último partido fue el de cuartos de final de Copa América ante Brasil (0-1) el 2 de julio, por lo que de no mediar una sorpresa, regresará al país luego de dos meses sin actividad.
Esto porque en el Betis no ha tenido ocasiones. Se sumó a la pretemporada hace apenas dos semanas, no estuvo en los amistosos contra Almería y Roma, y tampoco en el debut por La Liga, el empate 1-1 con Mallorca, este sábado.
El problema es que el cuadro sevillano confió su portería a Rui Silva, destacado arquero portugués que comenzó como titular para Manuel Pellegrini y no sería extraño que repitiera en esa condición en sus próximos dos partidos, contra Cádiz y Real Madrid.
De esta manera, Bravo quedará apartado de la acción y será una de las incógnitas de cara a la tracendente triple fecha eliminatoria de septiembre, en la que el estreno será precisamente ante Brasil, último rival antes del cambio de temporada.
Por lo pronto, Pellgrini no ha dado mayores señales y antes del partido señalaba tener “tres buenos arqueros de muy buen nivel, que me dan plena garantía. Alguno tendrá que salir, pero los tres irán citados ylos tres me tienen bien conforme”.
Bravo fue titular en la última temporada del Betis, más allá de los problemas físicos que le cedieron el lugar a Joel Robles en la primera parte de la campaña, pero la lucha ahora subirá de exigencia, con la presencia del portugués de gran regularidad en el Granada.