Un inesperado escándalo sacudió el automovilismo argentino este fin de semana en el cierre de la temporada del Turismo Nacional, una de las competencias más importantes del país vecino.

Aunque Alfonso Domenech se coronó campeón de la Clase 3, lo que captó toda la atención fueron los intensos roces entre los pilotos Leonel Pernía y Andy Jakos, que estuvieron a punto de llegar a los golpes.

La maniobra que desató la polémica

La controversia comenzó en una de las series, cuando Pernía, luchando por el campeonato, intentó adelantar a Jakos por el exterior y recibió un fuerte toque que lo dejó fuera de carrera.

Molesto por la maniobra, el experimentado piloto fue a buscar a su rival tras la competencia, y frente a las cámaras, lo agarró del cuello de su traje y lo increpó.

“Así no se corre, pendejo. Así no se corre, ¿me escuchaste? Porque así me arruinas el campeonato. Todo lo que peleé en el año me lo arruinas con una maniobra de mala leche, porque eres un mala leche”, dijo Pernía en un momento de furia.

“Esto dejó de ser un deporte de hombres, es de maricones”

El incidente escaló aún más cuando los comisarios deportivos decidieron sancionar a Pernía por actitud antideportiva, mientras que Jakos recibió una penalización por la maniobra en pista.

La decisión desató la ira del piloto sancionado, quien arremetió duramente en declaraciones posteriores.

“Están todos los parámetros corridos. Esto dejó de ser un deporte de hombres, empezó a ser uno de maricones. Me sancionan por ir a decirle que es un mala leche… me confirman más de lo mismo, que todo el año me sacudieron con todo lo que tenían. No pasa nada, el de arriba ve todo y eso me da tranquilidad”, dijo a Olé.

Un cierre de temporada marcado por la tensión

Tras el altercado, y ya más calmado, el piloto de 49 años insistió en sus críticas. “Queríamos vender el uno caro y este pibe lo arruinó todo. Está confundido sobre cómo hay que correr”.

Por su parte, Jakos se limitó a responder que es una lástima. “Pero no tengo nada más que decir”, sostuvo.

El escándalo deja un sabor amargo en el cierre de temporada del Turismo Nacional, marcando un episodio de alta tensión y declaraciones explosivas que difícilmente se olvidarán.