Un nuevo triunfo consiguió Novak Djokovic este martes en Roma. El serbio, número uno del mundo en el ATP, se impuso a Cameron Norrie (13°) por 6-3 y 6-4 y se metió en los cuartos de final del quinto Masters 1000 de la temporada, donde se enfrentará al ascendente danés, Holger Rune (7°).
El 22 veces ganador de Grand Slams mostró un juego sólido y estuvo mucho más firme con el saque que en otras ocasiones, demostrando que su nivel va mejorando de cara a Roland Garros, donde será el gran favorito en vista de la situación de Rafael Nadal, que todavía no sabe si podrá estar en Paris.
Pero el duelo ante Norrie fue mucho más allá del marcador. Y es que estuvo marcado por una serie de situaciones polémicas, venidas desde ambos lados de la cancha. Sin duda, la más comentada fue el violento pelotazo en el cuerpo que tiró Norrie a Djokovic cuando este estaba dado vuelta, dando por perdido el punto.
El británico, con intención o no, lanzó un fuerte smash justo a las piernas de Nole. Como era de esperar, la respuesta de este no se hizo esperar y le lanzó una mirada de ira a su rival, e incluso se acercó a la red para decirle algo, aunque finalmente se contuvo.
Todo venía de antes, cuando justo antes de un juego de saque de Djokovic, Norrie pidió asistencia al servicio médico por problemas físicos, algo que también molestó al serbio. Además, también se gritaron pelotas en un polémico partido jugado en la cancha central del foro itálico.
Una situación que el serbio conversó con los medios una vez finalizado el partido. “Norrie tiene derecho a pedir asistencia médica antes que yo saque, a golpearme y a gritarme en la cara. El tenis no es un juego justo; todas esas cosas que hizo están permitidas, pero no son correctas”, sentenció.
“Me he llevado muy bien con Cameron (Norrie) todos estos años. Entrenamos entre nosotros y es muy buen tipo fuera de la pista, así que no entiendo este tipo de actitud. Pero es lo que es. Él trajo el fuego y yo respondí. No voy a permitir que alguien se comporte así y yo solo incline la cabeza”, cerró.