Más allá de los roces normales que produce el juego, todo parecía tranquilo en el partido entre Los Angeles Lakers y Detroit Pistos por una nueva fecha de la temporada 2021-2022 de la NBA. Pero LeBron James se salió de sus cabales y cambió el destino con un violento e inesperado momento.
Y es que a la mega estrella de la liga estadounidense “se le salió la cadena” y golpeó con un duro puñetazo a su rival Isaiah Stewart de manera intencional. Situación que por su puesto terminó con el 6 de los Lakers en las duchas, ya que recibió la segunda expulsión en sus casi 20 años de carrera.
Pero ese no fue el final de la historia. Esto porque el jugador de los Pistons, que con 20 años mide 2,03 metros y pesa 113 kilos, perdió los estribos tras la increíble agresión de King James en un tiro libre, y cuando se percató del corte que tenía en su rostro enfureció y lo encaró con todo.
Completamente enloquecido, Stewart buscó arreglar todo con sus manos dentro de la cancha del Little Caesars Arena de Detroit pero fueron jugadores de ambos equipos quienes lo rodearon y comenzaron un tenso momento donde abundaron los empujones.
Pero no había caso con que Stewart retomara la serenidad, y con su cara empapada en sangre tuvo que ser contenido por varias personas para evitar que fuera tras James, incluyendo a la gente de seguridad del recinto. Todo esto mientras que la mega estrella era resguardado por el staff y sus compañeros de equipo.
Pese a eso, la situación no lograba calmarse y el jugador de los Pistons hizo todo lo posible para llegar hasta LeBron, embistiendo a todos quienes se interpusieran. Igualmente no lo consiguió, y fue llevado hasta los vestuarios del recinto contra su voluntad para calmarse.
Una vez se tranquilizó todo, los jueces revisaron la jugada de la discordia y tomaron una decisión: la expulsión inmediata de ambos jugadores, uno por empezar el conflicto y el otro por buscar venganza al respecto.
Cabe destacar que LeBron James ha jugado 18 temporadas en la NBA, donde solo había sido expulsado en una oportunidad. Situación que ocurrió en 2017, donde defendiendo a los Cleveland Cavaliers se enfrentó a su ex equipo, los Miami Heat, y reclamó mucho contra los árbitros.