Braulio Leal se convirtió rápidamente en referente de San Luis de Quillota, la séptima camiseta de una carrera que comenzó en Colo Colo y lo llevó a Vitória de Portugal, a Everton, Audax, Unión Española, O”Higgins y el conjunto canario; pero tuvo un antes y un después en noviembre del año pasado.
En entrevista con La Tercera, el volante reconoció que la fractura de dientes que sufrió ante Universidad Católica reveló un episodio que puso en riesgo su vida, justo después de que cumpliera 36 años, la mitad en el fútbol profesional.
“Eran como las 4.30 de la madrugada cuando empecé a convulsionar. Fue una convulsión larga, de unos tres minutos, con pérdida total de consciencia, pero afortunadamente estaba con una persona que supo estabilizarme y manejar bien la situación”, reconoce en alusión a su mujer, Verónica Montoya. “De no ser por ella, podría haber muerto en la convulsión”.
Los análisis médicos posteriores adelantaron su retiro del fútbol, aunque Leal quiere darse otra oportunidad. “Me hicieron una angiografía y después vino lo peor, me dijeron que tenía dos aneurismas ahí a punto de reventar. Fue duro, el neurólogo me dijo “tienes que pensar que probablemente no vas a poder seguir jugando más””.
“Fue duro, porque yo no tenía pensado retirarme todavía. Y que te diga un médico que te tienes que retirar, que no puedes jugar más, es fuerte. Fue durísimo, porque además el diagnóstico era de gravedad. La pasé mal porque quería retirarme poniendo yo fecha. Decir “éste va a ser mi último partido, hasta aquí llego”. Y no hacerlo de esta manera”, lamentó el jugador formado en el Cacique.
A tres meses de la operación que se realizó para corregir su problema, el jugador ya volvió a entrenar, aunque sin impacto ni choques.”No sé si volveré. Quiero ser positivo, optimista, pero hay cuestiones que son más importantes. Mis hijos me vieron convulsionar y mi hija dice “papá, no quiero volver a verte así”. Quiero volver a jugar, tengo unas ganas locas, pero si no puedo, no puedo”, completó.
Fotos: Agencia Uno