El fútbol portugués vive una crisis importante luego de la revelación que hizo un hacker de supuestos hechos ilícitos y corrupción que afectarían a los principales clubes del país, en especial al Benfica. El pirata informático le robó secretos a la institución en donde está Nicolás Castillo que se defendió atacando con todo al Porto y al Sporting.

El hacker, que fue identificado por la policía como un portugués de cerca de 30 años llamado Rui Pinto residente en Europa del este, reveló mediante el robo de los correos que ha existido persecución, amenazas, encuentros secretos, chantaje y la relación de empresarios del fútbol, dueños de clubes, representantes e inversores, con el crimen organizado.

El problema tomó tintes de crisis total luego que el vicepresidente del Benfica, Varandas Fernandes, acusó directamente al Porto y al Sporting Lisboa, sus máximos dos rivales del país, de estar involucrados en el pago que recibió el hacker.

“Se acerca el descubrimiento del circuito del dinero y quien le pagó al hacker que le robó al Benfica. Todos sabemos quién exhibió el resultado de ese robo, que la célebre reunión del Altis (Hotel) fue la cara visible del crimen organizado”, dijo el Benfica.

Esa reunión en el hotel Altis fue revelada por la prensa y tuvo presencia de representantes del Porto y del Sporting el pasado 10 de abril del 2017. Desde el norte de Portugal salió la respuesta inmediata y el Porto avisó que denunció ante la justicia a Varandas debido a su acusación.

“El Porto dio las instrucciones al departamento jurídico para proceder judicialmente contra Varandas Fernandes. En la causa están las declaraciones falsas y difamatorias del vicepresidente del Benfica, teniendo afirmado que el Porto pagó e instigó un acceso ilegítimo al sistema informático del Benfica”, lanzó el Porto en un comunicado.

El caso de los Emails, como fue conocido, fue revelado por la revista Sábado y está bajo la investigación de la policía y la justicia portuguesas, como también de la federación de ese país. Según la prensa lusa el Benfica de Nicolás Castillo podría enfrentar castigos tremendos, incluido el descenso, si se confirma su vinculación con este grupo de crimen organizado.

Los problemas del fútbol portugués con la corrupción no son para nada nuevos y tienen un historial reciente bastante importante. Esto se vincula a los problemas que han tenido diferentes entrenadores y jugadores que no han querido unirse a los agentes que dominan el fútbol luso, como lo es el representante de Cristiano Ronaldo y José Mourinho, Jorge Mendes, amo y señor de las transferencias y del negocio del fútbol portugués.

El Porto también estuvo muy involucrado en el caso de revelación Football Leaks, que mostró casos de corrupción en el fútbol europeo. El caso del cuadro del Dragón tenía que ver con supuestos casos de evasión de impuestos en paraísos fiscales mediante desvío de montos en transferencias, como también lo ocurrido en 2016 cuando fuera acusado de contratar de manera ilegal diferentes tipos de cuerpos de seguridad, que apuntó al presidente del club en esa época, Pinto da Costa, de crear una empresa que prestaba servicios y aseguraban el cobro mediante amenazas y violencia física. Ese caso se conoció como Operación Fénix.

Mientras la acusación del Porto en contra del vicepresidente del Benfica sigue su curso, la policía portuguesa investiga con rapidez esta revelación del hacker que también está siendo buscado intensamente.

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