En el mundo del fútbol, donde los ídolos se construyen con goles, títulos y carisma, pocos han tenido un ascenso tan meteórico y una caída tan estrepitosa como Paul Gascoigne.
Su historia es una mezcla de gloria y escándalo, de talento inigualable y decisiones que marcaron su destino para siempre.
Conocido como el “Gazza”, fue uno de los futbolistas más brillantes y carismáticos de la década de los 90. Con un talento natural en el campo, su nombre se asoció a la brillantez del fútbol inglés.
Sin embargo, su vida fuera de las canchas estuvo marcada por los excesos, las adicciones y las controversias, lo que impidió que alcanzara todo su potencial.
Primeros pasos
Gascoigne nació en Inglaterra, en 1967. Desde joven, mostró una habilidad excepcional para el fútbol, aunque su infancia estuvo marcada por la muerte de su padre y otros problemas familiares.
A pesar de estos obstáculos, se unió al Newcastle United a los 13 años, comenzando su carrera profesional en el club.
El auge de Paul Gascoigne: Un talento en la selección inglesa
En 1988, Gascoigne fue transferido al Tottenham Hotspur, donde alcanzó su máximo esplendor.
Se destacó por su brillantez en el campo, su técnica y sus jugadas espectaculares. Con solo 20 años, fue convocado a la selección inglesa y participó en el Mundial de 1990, convirtiéndose en uno de los futbolistas más reconocidos de su generación.
El descenso: Lesiones y comportamientos problemáticos
A pesar de su éxito, la carrera de Gascoigne se vio truncada por una grave lesión en 1991.
Aunque continuó jugando en equipos como el Lazio en Italia y el Rangers en Escocia, sus problemas fuera del campo, incluyendo el abuso de alcohol y drogas, comenzaron a afectar su rendimiento y relaciones.
Su comportamiento errático le costó su lugar en la selección y su participación en la Copa Mundial de 1998.
La caída: Problemas personales y financieros
Después de retirarse del fútbol, Gascoigne enfrentó una serie de problemas personales.
A lo largo de los años, luchó contra el alcoholismo y las adicciones, lo que provocó arrestos y estancias en hospitales.
A pesar de varios intentos de rehabilitación, nunca logró recuperar el control de su vida, y en 2008 se encontraba en una grave crisis financiera.
En los últimos años, Paul Gascoigne ha enfrentado varios problemas personales y legales. En 2014, ingresó por séptima vez en rehabilitación por su adicción al alcohol y fue hospitalizado en varias ocasiones debido a incidentes relacionados con su alcoholismo.
En 2015, fue multado por acosar a una exnovia y agredir a un fotógrafo. En 2016, sufrió una agresión en un hotel que le dejó heridas, y en 2017, comenzó un programa de rehabilitación para mantenerse libre de alcohol.
En 2018, fue arrestado por un presunto abuso sexual en un tren, pero fue absuelto en 2019 tras el juicio.
Gascoigne, un hombre que pudo haber sido una de las figuras más grandes de la historia del fútbol, terminó con un legado marcado por sus problemas personales.
