Entregó mal un pase y fue corriendo a recuperarla con barrida incluida. Eso hizo Lionel Messi en la última jugada del partido, tras lo cual se quedó arrodillado en el pasto llorando, mientras sus compañeros de la selección argentina iban a buscarlo para festejar con él.
Eso demostró que es un líder muy querido en esta Copa América. Se notaba que querían ganarla por él, el título que le faltaba como profesional pues nunca pudo levantar antes una copa con la selección trasandina.
Por lo mismo, fue tomado por sus compañeros como si estuviesen en el patio delcolegio y le hicieron un manteo. Igual como cuando se ganaba una pichanga en el recreo, donde el héroe era el más felicitado de todos. Y cantaban “que de la mano de Lio Messi, todos la vuelta vamos a dar”.
Luego llegó un festival de abrazos. Incluido el de Neymar, que de manera hidalga se acercó a la estrella trasandina para felicitarlo por este triunfo que de seguro le habrá llenado el corazón.
Además, como guinda de la torta, se lleva el premio a goleador del certamen, merced a los cuatro goles que anotó. El cetro lo comparte con e peruano Lapadula y el colombiano Luis Díaz.
Atrás dejó la final perdida en el Mundial 2014 en esa misma cancha. Y las que perdió contra Chile, tras lo cual anunciaba que se iba a retirar de la selección argentina por el dolor que le provocó esa caída. Hoy, cinco años después, ríe, festeja y celebra. Sin dudas, Messi es el más feliz de toda Argentina.