Liverpool mantiene vivas las esperanzas en la difícil tarea de luchar por la Premier League, que lidera aún con comodidad el Manchester City, y se llevó un duro compromiso frente al Burnley todo esto en los días previos a enfrentarse al Inter de Milán de Alexis Sánchez y Arturo Vidal por la Champions League.

Los dirigidos por Jürgen Klopp se estrellaron contra un equipo que le complicó las cosas y que en el primer tiempo tuvo algunas oportunidades de anotar para dar la sorpresa pero la puntería les falló y cuando no, el guardameta Alisson Becker tuvo apariciones puntuales para mantener el cero en el arco.

Sin embargo, la pelota parada le resolvió la vida a los reds en su complicada visita y a falta de cinco minutos para el descanso, tuvieron un tiro de esquina que fue centrado por Trent Alexander Arnold, que logró cabecear Sadio Mané y que cayó en Fabinho, quien primero falló pero el rebote lo favoreció y lo mandó a guardar.

La pelota parada sirvió para que Liverpool consiguiera el triunfo. (Foto: Getty Images)

El segundo tiempo estuvo un poco más cómodo para los de Anfield, los locales presionaron pero la claridad de ideas no se hizo presente y el marcador no cambió para que los escoltas del Manchester City se mantenga en la lucha por el título.

Liverpool, con un juego menos, llega a 54 puntos por los 63 que tienen los de Josep Guardiola. De esta manera acumulan seis victorias seguidas en todas las competiciones y con ese buen momento irán ante Inter de Milán este miércoles, como visitante, en la ida de los octavos de final de la Champions League.