Cuando Esteban Pavez se fue de Colo Colo, Mario Salas depositó toda su confianza en Carlos Carmona. El coquimbano venía saliendo de una rebelde lesión a la cadera pero logró hilar algunos partidos, reforzando la idea del DT albo de no sumar refuerzos. Eso hasta el duelo con Curicó Unido.
Y es que el mundialista cayó solo al piso tras tocar un balón al lado y dejó a su equipo con 10, dado que no tenían más cambios. No pudo terminar el encuentro y los exámenes realizados hoy no fueron alentadores: se le diagnosticó un desgarro en la banda iliotidial con un tiempo de abaja aproximado de un mes.
Con esto se le arma tremendo problema a Salas, quien tendrá que recurrir a un juvenil o a Gabriel Suazo para ser el volante de contención del equipo durante todo el tiempo que esté fuera el coquimbano.
¿Refuerzos? Marcelo Espina dijo en el adiós de Agustín Orión que el plantel estaba cerrado para salidas y entradas y no parece ser opción en Macul.