De Juan Carlos Orellana se pueden escribir varios libros de leyendas, la mayoría vinculada con su eximio remate de pierna izquierda, que perfeccionó nada menos que junto a Ferenc Puskas, que fue su técnico en Colo Colo y uno de los mejores ejecutantes de la historia.
La carta de presentación del Zurdo de Barrancas es el gol que le hizo a Universidad de Chile en un clásico de 1977, cuando remató de tiro libre desde mitad de cancha, la pelota hizo una comba descomunal y batió a Hugo Carballo, que no había puesto ni barrera.
Pero existe otro recuerdo grabado y bien conservado por rigurosos coleccionistas y majaderos varios: la controvertida yerótica imagen que aparece en la lámina de Orellana en el álbum Fútbol 83, publicada hace 38 años por Editorial Araucanía.
Eran años en que los pantalones cortos se usaban muy cortos y ajustados. Y la fotografía muestra un cuerpo no identificado que emerge y se asoma de frente, junto en la entrepierna del ex delantero. La leyenda sumaba otro atributo.
Pero antes de que se horroricen, el gran Juan Carlos Orellana decidió revelar el misterio de hace 38 años en exclusiva con RedGol. Una mezcla de factores mecánicos, traumatológicos y hasta fotográficos que explican la extraña y “genital” aparición.
“Jajajá, me estaba marcando el Chano Garrido”, recuerda Orellana al ver la curiosa lámina. “Pero no es lo que piensan, no es lo que dice la foto”, advierte el Zurdo de Barrancas al teléfono rojo desde su querido Pudahuel.
“Lo que pasa es que si te das cuenta de la secuencia de la foto, es justo cuando estoy metiendo un centro, un desgarro que al final siempre y hasta el día de hoy tengo. La secuencia de la fotografía es bien especial. Pero quedé en la historia”, se jacta el crack.
Cabe destacar que la polémica lámina fue sacada de circulación por la editorial y reemplazada por una en la que sólo aparece el rostro de Orellana, tanto en la imagen principal como en la del recuadro.
El zurdo de Barrancas
Juan Carlos Orellana es recordado como un delantero hábil y rápido, pero fue su pegada la que dejó huella durante más de una década en el fútbol chileno, principalmente en Colo Colo, pero también en Green Cross, O’Higgins, Unión Española, Antofagasta y Unión La Calera.
Hablábamos del tiro libre indescifrable de Juan Carlos Orellana, con un efecto infernal que años más tarde popularizaría el sobresaliente lateral y campeón del mundo brasileño Roberto Carlos. Pero al Zurdo de Barrancas no le tenían la misma fe.
El incrédulo era Ferenc Puskas, el mejor ejecutor de balones detenidos de la historia, que entrenó en Colo Colo y pulió el remate de Orellana. Pero a la hora de los partidos, no le gustaban mucho los jugadores que se salían del molde.
“En el remate de mitad de cancha estaba Ferenc Puskas. Hacíamos competencias en las prácticas y todo. Pero si no hacía ese gol, Puskas me sacaba de inmediato, según lo que me contaba Sergio Navarro, por la osadía de patear de lejos”, recuerda Orellana.