Daniel Castro asoma como una de las pesadillas de Colo Colo en el último tiempo. El delantero de Deportes Limache anotó en casi ocho días al Cacique tanto por la Liga de Primera como por Copa Chile, dejándolos en el camino en este último torneo.

El jugador de 31 años, oriundo de Campiche, en Puchuncaví, tiene detrás una linda historia de vida, llena de esfuerzo pero sobre todo de dedicación por la actividad desde la zona costera del país.

De hecho, no hizo divisiones inferiores y su camino en el fútbol comenzó en el amateurismo en Quintero Unido. Un futuro que incluso estuvo en duda desde porrazos en lo deportivo y en lo económico, pero hoy bailando con el lado lindo del balompié.

La lucha de Popín Castro para llegar a su dulce presente eliminando a Colo Colo

De sus nobles 19 años como técnico de nivel medio de electricista, haciendo su práctica en la refinería de ENAP, a entrenar en las tardes a marcar con 31 años dos goles en ocho días a Colo Colo, hay mucha agua bajo el puente.

Pero las lesiones también fueron parte de ese camino. Antes de firmar por Deportes Limache, se fracturó la rótula derecha, por lo que su presente es un premio a no bajar los brazos.

Lo de ahora es un premio al esfuerzo, porque no la he pasado muy bien. He tenido hartas lesiones. Pero estos últimos tres años han sido, gracias a Dios, buenísimos”, comentó Popín Castro a LUN.

Además, Castro confesó que su familia fue el gran motor para salir adelante de los malos momentos. “Decía que me iba a recuperar y que volvería a jugar. Tuve una lesión en el quinto metatarsiano cuando llegué a Unión. Cada vez que pensaba que iba a despegar mi carrera, me lesionaba”, recordó el jugador.

Daniel Castro vive un lindo presente en el fútbol chileno. Pero, aún tiene metas por cumplir tras anotar dos goles en ocho días a Colo Colo. Foto: Raul Zamora/Photosport

La linda confesión del verdugo del Cacique en Copa Chile: Su próximo paso

El fútbol le dio una revancha a Daniel Castro, pero como dentro de la cancha, fuera de ella también vive un lindo momento. Lleva tres años de relación con Alejandra Castro, quien vive en Quintero, pero el jugador limachino busca dar otro paso.

“Si Dios quiere, pronto nos vamos a ir a vivir juntos. Ella también es Castro, pero no es mi hermana, por si acaso”, aclara entre risas el delantero. “Me compré un terrenito en Campiche, donde el campo se junta con el mar, como dice el eslogan”, agrega.

Y, si Dios quiere, ahí habrá una sorpresa. Mi primer logro fue haberlo cerrado, pero aún no diseño la casa”, comenta. “Se me han dado las cosas y he intentado proyectarme un poquito más, como lograr un terreno, una casita y después conformar una familia”, cerró Popín.