Todo el fútbol chileno esperaba con ansias la publicación de la sentencia del fallo que estableció la expulsión de Deportes Melipilla de la ANFP, por la presentación de documentación falsa que se vincula con dobles contratos de sus jugadores.

En simple, el cuadro de los Potros agregaba a la renta declarada por el club ante la Asociación, pagos irregulares o “platas negras” destinados a robustecer los contratos y eventualmente a eludir sanciones por incumplimiento de pagos o impuestos sobre los montos reales, en momentos de aprietos.

Sin embargo, más allá de las implicaciones éticas de estos hechos, lo cierto es que la sentencia saca a la luz toda la basura que recorre el fútbol profesional chileno, situación en la que Deportes Melipilla está lejos de ser el único señalado.

En la descripción que sigue, elegimos algunos pasajes que revelan la operación de varios clubes, representantes y jugadores frente a este tema, la labor de Huachipato en la acusación y el papel de Universidad de Chile, que pasó de ser el primer denunciante al “si te he visto, no me acuerdo”.

Huachipato aparece favorecido por la sentencia que decreta la expulsión de Melipilla, ya que los acereros se salvan del descenso directo

Las claves de la sentencia contra Deportes Melipilla

Como había adelantado Redgol en 21 de diciembre, la información contable que se reveló en la primera audiencia sobre el caso Melipilla permitía acreditar la existencia del ilícito de los dobles contratos. Estamos hablando de cartolas, correos electrónicos y declaraciones que ratificaban los hechos.

Pero los detalles son francamente bochornosos. El ex gerente de Melipilla, Gino Valentini, reconoce que entre 2017 y 2020 entregó sobres con dinero negro a los jugadores en el campo de entrenamientos del club, en su casa o incluso en su camioneta.

De hecho, el jugador Ricardo Fuenzalida reconoció que tenía que “pedir permiso en la Comisaría Virtual para ir a la casa de don Gino Valentini” y recibir la remuneración extra mientras existían restricciones de tránsito por la pandemia.

La declaración de Ricardo Fuenzalida fue clave para la sentencia: el delantero antes jugó por Audax Italiano, que presentó su testificación

Incluso, Fuenzalida recibió el premio por subir a Primera División en una transferencia de su ex compañero Diego Fuentes, que jugaba en Valdivia. Además, denuncia que uno de los propietarios del Potro, Carlos Encina, trató de sobornarlo.

Como prueba, el futbolista presenta el audio de una llamada telefónica en que el acusado le dice que vaya para su casa y que “será el mejor día de tu vida”. Pero el tribunal le indica que el registro no tenía la autorización del interlocutor para ser revelada.

Cabe señalar que el delantero José Huentelaf entrega similares antecedentes, aunque acredita que los pagos se le hacían a través de relacionados con Melipilla, como un administrador de canchas o la cónyuge de uno de los dirigentes.

El testigo José Huentelaf hizo gran parte de su carrera en la Región del Biobío antes de llegar a Melipilla

Por último, conviene recordar que las irregularidades que se le acreditaron a Melipilla datan, como máximo, de la temporada 2020 en que estuvo en Primera B, aunque el efecto de la sanción recae sobre el Campeonato Nacional 2021.

En ese sentido, el Tribunal no considera las pruebas que se entregaron por eventuales ilícitos con el jugador Nicolás Forttes en 2021. Las constancias que allegó Huachipato a la corte fueron desestimadas por el futbolista y Melipilla dijo que se trataba de un préstamo.

El extraño rol de Universidad de Chile

Pero no todo es Melipilla. La sentencia permite corroborar la labor de Huachipato en todo el entuerto. Es que si bien la denuncia inicial la hace Universidad de Chile, los azules no acompañan más pruebas que algunas versiones de prensa.

El que se llevó el peso entre los acusadores fue Huachipato, directamente favorecido por la sanción en contra de Melipilla, ya que le permite eludir el descenso directo producto del penúltimo lugar en el último campeonato, y definir la permanencia en una final ante Copiapó.

En ese sentido, se constata que los acereros y Audax Italiano presentan el testimonio de Ricardo Fuenzalida y José Huentelaf como testigos, pero además el de Marcelo Pesce Reyes, presidente de Huachipato entre 2014 y 2020 y que seis días antes renunció al directorio.

Mario Salas tendrá oportunidad de defender la permanencia de Huachipato ante Copiapó, si se ratifica la sentencia contra Deportes Melipilla

Él personero reconoce que se enteró del tema el 2 de noviembre a través de un representante y que para interiorizarse tuvo un desayuno con el representante de Forttes, Marco Calle (deAndes Sport Management) y con Daniel Behar, de la empresa de Fernando Felicevich.

Además, agrega que”alguien que ignora quién es le dejó en la recepción del condominio de su residencia un sobre, sin remitente, con mucha documentación relativa al caso de los jugadores Ricardo Fuenzalida y José Huentelaf”.

Este aspecto es fundamental, pues la defensa buscó desacreditar por todos los medios la acusación, en función de que los clubes denunciantes habían “orquestado” la maniobra “para hundir” a Deportes Melipilla.

Se consigna que la primera denuncia en contra de los Potros corresponde a Universidad de Chile y se ingresa el 4 de diciembre a las 20:27 horas, es decir, un día antes de que los azules se jugaran la permanencia ante Unión La Calera en Rancagua.

La pregunta que quedará en el tintero es por qué Huachipato no hizo la denuncia, si tenía los antecedentes que revela su ex presidente, y si existe solamente una coincidencia con los mandamases de la U para que los azules hicieran la acusación pertinente.

La advertencia del Tribunal a todo el fútbol chileno

En el último repaso a la sentencia del Caso Melipilla, vale hacer hincapié en la manifestación del propio tribunal respecto a la situación que ha marcado el desenlace del Campeonato Nacional y mantiene en vilo la definición de los descensos.

“Este Tribunal no puede concluir sin dejar de formular un público juicio de reproche a los jugadores y sus representantes y/o intermediarios que se conciertan, convienen y aceptan pactar y recibir parte de sus remuneraciones ‘en negro'”, subraya la sentencia.

En ese sentido, la sala advierte que “si bien es cierto que actualmente en la normativa de esta Corporación solo existen gravosas y drásticas sanciones para los clubes que incurren en estas prácticas, los jugadores que las aceptan y los intermediarios que las negocian e instan a los jugadores a asumirlas tienen una importante cuota de responsabilidad en el ilícito reglamentario, más allá que a sus respectos no existen sanciones”.

¿Pasará en el futuro? ¿Quedará más que en una de las buenas intenciones del equipo que encabeza Ezequiel Segall? Será nuevamente, materia del Consejo de Presidentes, si en definitiva quiere cambiar el triste espectáculo con que se termina el 2021 para el fútbol chileno.

Sentencia Melipilla por denuncia de Universidad de Chile y otros