Poco queda para que Yasmani Acosta conozca cuál será el material del que estará confeccionada su medalla. El luchador de grecorromana irá ante Mijaín López, uno de los multicampeones de la disciplina en los -130 kilos.

Ambos se conocen desde tiempos en los que compartían entrenamientos en Varadero, Cuba. No solamente fueron compañeros, sino que la vida de Yasmani estuvo marcada por la sombra del gran luchador de la isla caribeña.

De hecho, el estar relegado a un segundo plano por la figura de Mijaín López lo llevó a tomar la decisión, en 2015, de aprovechar su oportunidad en los Juegos Panamericanos de Santiago, para escaparse del hotel y quedarse en Chile.

Aquello ya es historia. Hoy, Yasmani ya es todo un chileno y representa a la bandera de la estrella solitaria. Pese a ello, no olvida a su familia y sus amigos de pequeño. Tampoco puede sacar de su memoria los primeros momentos en el país.

Del hotel al motel

Cuando recuerda sus primeros momentos fuera del hotel, en Chile, Yasmani Acosta narra una historia que tiene ciertas anécdotas de gran calibre. No solamente fue guardia de seguridad en sus inicios en el país, sino que también vivió en un motel.

Yasmani Acosta decidió escaparse del hotel y sabía que era vigilado muy de cerca por su comitiva. De hecho, los deportistas cubanos pasan su pasaporte a la delegación, con el fin de que lo pierdan en caso de escaparse. Cuando eso pasa, son considerados desertores.

Pero, Yasmani tenía la decisión tomada. Para ello contó con la ayuda de l luchador chileno, Andrés Ayub, quien era, a esa altura, uno de sus grandes amigos.

“Andrés se estaciona como a una cuadra del hotel y ahí salgo. Salgo muy nervioso. Bajo de la habitación, me quedo en el lobby haciendo como que estoy trabajando en algo y justo veo que baja el equipo de Colombia. Espero que ellos se vayan, subo a mi habitación, bajo y me voy. Cuando estoy saliendo del hotel, me preguntan: ‘¿usted dónde va? Yo dije: ‘Voy afuera’. Me imagino que me preguntó para pedirme la llave”, recordó Yasmani.

Ayub se lo llevó en auto y decidió que un buen lugar para que se hospedase era Marín 014. “Que no nos vean juntos, sino pensarán que somos pareja. Mañana te paso a buscar”, le dijo el chileno a Yasmani, en una historia que es recordada con nostalgia y cierto humor por el luchador de grecorromana.