La carrera de Manuel Pellegrini como técnico tuvo su gran despegue al otro lado de la cordillera. Ahí, el Ingeniero comenzó a hacer historia para llegar a Europa, la que comenzó con su gran título del torneo de Clausura al mando de San Lorenzo, el que este miércoles cumple 19 años.

En conversación con Olé, el chileno recordó lo que fue su aventura con el ciclón. "Sin lugar a dudas lo que viví fue algo muy especial porque llegué en un momento complicado del club pero me encontré con un plantel extraordinario y receptivo, que quería salir adelante. Para mí ese equipo es inolvidable por cómo se gestó y cómo jugó. Llegamos a conseguir que los jugadores jugaran de determinada manera y dieran espectáculo en cada partido, por eso consiguió ganar 11 fechas seguidas".

"¿Qué fue lo especial? Que hicimos un trabajo de convencimiento y logramos entrenar y jugar de una manera diferente a lo que se hacía en Argentina en ese momento. Un cambio radical que fue complicado en un principio pero que después los futbolistas absorbieron muy bien y automatizaron", agregó.

Pellegrini también revivió sus primeros días en el club. "Me acuerdo de la primera charla con el plantel, yo recién llegaba de Chile y no me conocían mucho, apenas por la recomendación de Pipo Gorosito y el Beto Acosta, dos grandes jugadores y personas, con quienes aún hoy mantengo una amistad", comenzó diciendo.

"Recuerdo que terminé y para mí había hecho una charla excepcional, pero de repente se paró Horacio Ameli, que era el capitán, y me dijo que llevaban dos años sin cobrar y que no se podía hacer eso que yo pedía. Le dije que si de esta manera no estaban cobrando, que vayamos por la gloria deportiva... Lo hicieron y lo logramos. Hubo una relación muy fuerte entre el cuerpo técnico y los jugadores con una entrega total por parte del grupo, del plantel entero, porque todos tuvieron su cuota de participación y fueron importantes", complementó.

El Ingeniero también resaltó los partidos claves de aquella campaña. "A lo largo del campeonato hubo varios partidos importantes: me acuerdo del que jugamos en cancha de Lanús, que íbamos perdiendo 4-3 y terminábamos ganando 5-4. Después tuvimos una derrota muy fea con River, ese día jugamos muy mal, pero el equipo ganó convencimiento y agarró ese espíritu tan especial que permitió todo lo que vino después".

"Recuerdo también un partido contra Boca, en nuestra cancha, muy complicado pero terminamos ganando 1-0. Y bueno, el último, el día que salimos campeones, contra Unión y en nuestra cancha, es imborrable", sentenció.