La goleada del Bayern Múnich por los cuartos de final de la Champions League le pegó fuerte al Barcelona y el club azulgrana intenta sobreponerse al nocaut que afecta todos los estamentos culés, pasando desde el plantel, el cuerpo técnico, los hinchas y la directiva.

Lionel Messi es uno de los más afectados por el 8-2 bávaro en Lisboa y todo indica que la última derrota del Barcelona puede ser la gota que rebalsó el vaso para la Pulga. La continuidad del argentino, con contrato hasta 2021, se empieza a nublar.

El periodista de la Cadena Cope, Juanma Castaño, aseguró que Messi “se hartó” del caos institucional en el que se ha convertido el Barcelona y le puso tres condiciones a la directiva para seguir en el Camp Nou. De lo contrario, el argentino buscará nueva casa.

La primera exigencia es la salida de Quique Setién, a quien no considera capacitado para el puesto. Messi quiere un director técnico de categoría y primer nivel. Los rumores apuntan a que Josep Maria Bartomeu ya tuvo los primeros contactos con Mauricio Pochettino.

El segundo punto de Messi es que se terminen los líos entre las facciones de la directiva, además de advertir la necesidad de una renovación en las altas esferas culés, especialmente en aquellos encargados de los fichajes y decisiones deportivas… léase Ramón Planes, Eric Abidal y Oscar Grau. El presidente Bartomeu ya manifestó la intención de llamar a elecciones anticipadas.

Por último, la tercera exigencia de Messi es una purga y limpieza masiva del camarín del Barcelona. Entre jugadores que ya no están al mismo nivel de antes, otros que han ganado influencia como líderes y fichajes que no dan el ancho, Barcelona se fue enredando solo.