Pablo Solari no llegó a Colo Colo refuerzo, sino como “incorporación” proyectada a futuro, sin embargo, el muchacho de 19 años terminó echándose al hombro 95 años de historia y marcó el gol que salvó al Cacique de perder la categoría por primera vez.
El extremo hizo arder las gargantas de millones de chilenos, cuando a los 19′ de juego ante Universidad de Concepción marcó el 1-0 que terminaría significando la salvación definitiva para los albos.
De esta manera, y gracias a Solari, Colo Colo puede seguir sintiéndose orgulloso de ser el único equipo chileno en la historia que jamás ha descendido a la Primera B de nuestro fútbol.
El camino y evolución de Pablo Solariha sido breve debido a su corta edad, pero no por eso menos interesante.
Con pasos porDeportivo Arizona, Talleres de Córdoba y laSelección sub-20 y sub 18de Argentina, el extremo se preparó sin saberlo para el momento más importante en lo que va de su carrera.
ASÍ FUE LA EVOLUCIÓN DE PABLO SOLARI: DESDE LAS CANCHAS DE TIERRA A SALVADOR DE COLO COLO:
“Es rápido, potente y fuertey tiene un biotipo de deportista, con buenas cualidades técnicas:patea bien y tiene un gran uno contra uno”, describióMaximiliano Salas,ex jugador e integrante del fútbol juvenil de Talleres.
Pablo Solari jugó elCOTIF 2019 con el combinado sub 18 de la albiceleste, por lo que debió viajar a España tras su sorpresiva nominación:
“La convocatoria fue muy emocionante, no me la esperaba y por eso es que la disfruté tanto, aun no caigo. Fue tremendo para mí y para mi familia”, reveló en aquel entonces el jugador.
Pese a su talento, que quedó más que demostrado junto a la selección y en las inferiores de Talleres, Solari nunca llegó a debutar con La T, pese a haber conformado dos veces una nómima del primer equipo.
En 2020, en pleno año de pandemia, Solari firmó su primer contrato profesional con Colo Colo, luego de que Walter Lemma, ayudante de Gustavo Quinteros, gestionara unpréstamo por el 50% del pase y opción futura de comprapor unos 750.000 dólares.
El resto es historia. Literamente.