Una de las primeras producciones en llegar al cine este 2022 es Nahuel y el Libro Mágico, una apuesta poco usual por estos lados ya que se trata de una producción animada que tomo casi una década en concebirse y ahora, después de haber marcado presencia en festivales internacionales tan importantes como Annecy, llega al circuito de salas comerciales del país.

La historia sigue a Nahuel, un niño chilote con un gran miedo al mar, quien vive en un pequeño pueblo de pescadores con su padre, Antonio. Entre ellos hay una compleja relación marcada por un trauma pasado. Un día, Nahuel encuentra el Levisterio, un antiguo libro mágico que promete ser la solución a su problema, pero su padre es capturado por Kalku, un oscuro brujo que desea el tomo para él.

Entonces, Nahuel decide embarcarse al rescate de su padre mientras recorre un archipiélago lleno de seres mágicos y misteriosos a la vez que enfrenta sus más profundos miedos.

En Redgol conversamos con Germán Acuña, el director de la impresionante entrega animada que saca a relucir todo el potencial de los creadores chilenos en materia de animación.

El realizador se refirió precisamente al trabajo de diseño de la película, las inspiraciones, la incorporación del folklore chilote y el respeto tanto por la historia como por la cultura que la inspira.

¿Cómo se hizo Nahuel y el Libro Mágico, la nueva película animada chilena?(1)

Nahuel y el Libro Mágico | ¿Qué tan importante era la estética final de la película para contar esta historia?

Germán Acuña: “La película se ha comparado mucho con la animación de Ghibli lo que para nosotros es un piropo realmente. No fue algo que nosotros buscamos conscientemente o no era como un objetivo declarado. Creo que finalmente resultó ser así, porque el estilo de animación que utilizamos, se influencia mucho más del animé, que es una animación que es un poco más limitada, tiene menos cantidad de dibujos que animación Disney o gringa, por ejemplo, que es como la otra gran escuela.

“En este caso es una animación que es más sintética, que resume el movimiento de otra forma que tiene una sutileza que es diferente a Disney. Las películas de Disney son casi como una especie de musical de Broadway: los personajes se mueven de una forma muy coreográfica, la puesta en escena es muy teatral.

¿Cómo se hizo Nahuel y el Libro Mágico, la nueva película animada chilena?(2)

“En cambio en el anime y, en particular en los referentes que nosotros teníamos que pueden ser las películas de Ghibli o quizás Satochi Kon, que es otro director que para nosotros es importante; tienen que ver con una cosa más sutil más sintética con una interpretación del movimiento de la realidad que va un poco por este lado. Sentíamos que servía de mejor forma a la historia que estábamos construyendo.

“Por otro lado, está el hecho de Chiloé es un archipiélago, es un conjunto de islas que tiene un montón de pueblos pesqueros, donde la pesca es muy importante, el mar es muy importante, hay mucha naturaleza. La nubes son espectaculares.

“Son cosas que son muy similares a las que tú ves en las películas de Ghibli. Creo que hay una fuente de inspiración original que es muy similar [a lo que ves en pantalla] y por eso, de alguna forma, se traduce también en todo el desarrollo artístico. Se parecen porque en su origen son parecidas. No es como un parecido superficial, sino que tiene que ver un poco con el alma de dónde viene la historia y desde esa alma”.

¿Cómo se hizo Nahuel y el Libro Mágico, la nueva película animada chilena?(3)

Nahuel y el Libro Mágico: ¿Cuánto se puede jugar con el folklore? ¿Cuáles eran los límites?

Germán Acuña: “Ese imaginario chilote y ese nivel de mitología y cultura de Chiloé es la fuente de inspiración, así que por supuesto que era muy relevante.

Lo que nosotros perseguimos durante toda la producción fue tratar de crear una película que fuese respetuosa con ese elemento, que tuviera cierto grado de fidelidad, que la gente lograra reconocer ciertos detalle y que se sintiera que efectivamente es una película que nace de ese lugar geográfico y de esa dimensión cultural.

Los límites los define cada realizador ya sea en un cómic, un guión, una serie, una película, un corto; lo que sea. Eso siempre tiene que ver con con la visión artística que hay detrás. En nuestro caso, creo que siempre fue un proceso bien orgánico. Nunca conversamos mucho con Juan Pablo Sepúlveda que es el co guionista: Cuáles son las cosas que no queríamos hacer, cuáles son las cosas que sí queríamos hacer. Nos conocemos hace mucho tiempo y somos amigos, entonces quizás ahí hay una sincronía que es un poco natural.

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Siempre entendemos que esto es una ficción animada, que es una interpretación. En ningún
caso vemos esto como una obra que busque una especie de rescate cultural
. Porque, de partida es un concepto que a mí me produce un poco de rechazo, ya que siento que estas culturas y sobre todo cuando ves elementos que son propios del pueblo mapuche, de la cultura mapuche, la palabra rescate no va ahí. Son culturas que no necesitan ser rescatadas. No necesitan que nosotros las rescatemos, tienen validez propia.

“Solamente nosotros nos inspiramos en ellas, tomamos elementos y tratamos de construir una ficción; por supuesto siendo respetuosos con ciertas cosas, pero también interpretándolas (…) y que sean funcionales a la historia.

“Finalmente, el gran objetivo acá es la historia de Nahuel y su padre y la superación de los miedos. Eso es lo que nosotros siempre cuidamos”.

¿Cómo se hizo Nahuel y el Libro Mágico, la nueva película animada chilena?(5)

Nahuel y el Libro Mágico: ¿Hay alguna herida personal que se haya sanado con esta película?

Germán Acuña: “Todas las obras, por lo menos en nuestro caso, siento que si tienen cosas personales. En la historia del padre y del hijo sí hay algo de eso. Así como, muy personalmente hablando: Juan Pablo, que es el otro guionista, y yo, ambos, crecimos en familias con una figura paterna media distante. Si bien no es la misma historia calcada, algo de eso hay.

“Yo nací en Parral, tengo harta familia en el sur, hay una conexión con el sur que es como un poco natural. No creo que sean cosas que uno pueda transportar literalmente, pero sí creo que en cada uno de los niveles que tiene la película, yo podría decir que hay cosas muy personales.

“A mí me encantan las plantas y eso se ve en la película. Hay unos planos por ahí con unas hortensias, son las cosas que me llaman la atención. Entonces, definitivamente es la visión del director”.

Nahuel y el Libro Mágico se está exhibiendo en los principales complejos de cines en Chile desde este 20 de enero.