Karla Melo tuvo una sincera sesión de confesiones en torno a lo que fue su negativa experiencia al participar en el programa de Chilevisión La Divina Comida, espacio en el que apareció en un capítulo emitido durante julio de 2019.

La actriz fue parte del programa de Instagram Gracias Te Llamamos, de las protagonistas de la teleserie La Torre de Mabel: Paloma Moreno, Ignacia Baeza y Elisa Zulueta.

Allí, Melo partió diciendo que “A mí no me gustan las entrevistas porque hablo puras hueás”. Ante lo que Zulueta le replicó: “¿Pero eres de las que se arrepienten después?”.

Entonces, vino la confesión de parte de Karla, al comentar que “sí. Por ejemplo, me arrepentí de ir a La Divina Comida con los invitados que me tocó”.

“Me tocó con la Leonor Varela, con Freddy Stock, algo así, y un futbolista de la Cato retirado (José Luis Villanueva). Y todos era muy distintos a mí y más grandes y como que no me hallé“, explicó.

Baeza entonces le comentó si acaso “no hubo onda” y Melo confirmó que “no. Más encima fui la primera del grupo, entonces yo no cachaba cómo era la hueá de programa. Y después caché que estaba todo pauteado, que había una loca atrás de la cámara como ‘pregúntenle de su abuelo fallecido'”.

“Y cuando vi esto como que me chocó y me piqué, y puse puras malas notas todos los días y gané”, puntualizó.

Karla Melo: ¿Por qué lo pasó tan mal en La Divina Comida?

Karla Melo en esa ocasión se ganó un premio que la llevó hasta el Radisson de Concón, que incluía el masaje y el jacuzzi.

Pero ella insistió en que “yo me arrepiento… En esta oportunidad, hablando como de las entrevistas y estas cosas, lo pasé súper mal”.

Y considerando que son cuatro días los que tiene que participar en las grabaciones del programa, “lo pasé como el hoyo el uno, entonces todos los otros días estuve con cara de culo. Yo no sabía cómo era. Después caché. Si hubiera sabido hubiera estado más preparada”.

“Lo otro que no sabía es que uno igual puede decir ‘no me gustan esos invitados’ y te invitan otra semana. Nadie me dijo nada”, agregó.

Y ya que estaba en medio de una vorágine de sinceridad, luego se volcó a contar otro detalle clave: “Sí, haces como que haces la comida y la tienes hecha de antes ahí guardada. Pero si yo hice pastel de choclo, por ejemplo, y mi weli me hizo la pastelera de choclo”.

“Me la hizo, yo la tenía ahí en el refri y después hice el mono de que pelaba los choclos, metía a la juguera y chao. Pero ya lo tenía listo”, concluyó.