Hasta los huesos (Bones and All) cuenta la historia del primer amor entre Maren, una joven que está aprendiendo a sobrevivir al margen de la sociedad, y Lee, un vagabundo con ideas muy intensas que vive como un paria. Cuando se conocen, se unen en un viaje de mil millas que les lleva por carreteras, pasajes ocultos y caminos alternos en los Estados Unidos de Ronald Reagan. Pero a pesar de sus esfuerzos, todos los caminos conducen a sus aterradores pasados y a una última parada que determinará si su amor puede sobrevivir a su forma de ser.

Todo lo que te puedas imaginar de esta película queda subvertido por la delicada, grotesca, pero a la vez hermosa forma en que se cuenta su historia.

Luca Guadagnino se sumerge ahora en una apuesta de amor improbable, salvaje, sin vergüenzas ni arrepentimientos, sobre un par de marginados que viven al filo del sistema socialbuscando saciar un anhelo incontrolable e imperativo para su sobrevivencia.

¿Cómo es Hasta los Huesos, la película con Taylor Russell y Timothée Chalamet?

Puede que la impresión superficial del espectador se quede con lo chocante de sus escenas de canibalismo y las descripciones aún más perversas de actos que no vemos en pantalla y que se cometieron en algún momento por los personajes; pero no hay que equivocarse, quedarse sólo con eso sería una frivolidad, la película es sobre el amor.

Review | Hasta los Huesos. (Foto: Warner Bros. Discovery)

Por ahí el amor propio, uno que en una adolescencia inquieta te lleva autodescubrirte para entenderte y dimensionar los alcances de los hitos que han marcado tu personalidad, delineados por incidentes traumáticos, por los tratos recibidos, por ausencias incomprensibles. Elementos todos que empiezan a tomar forma en este viaje de descubrimientos.

Así mismo está el amor hacia un otro, la posibilidad de forjar un vínculo con una persona que no viste venir pero que necesitas. En el fondo, la necesidad de una conexión humana que organice el caos del contexto en que te desenvuelves, que te haga estar en calma.

La mirada de Guadagnino es hipersensible en todo momento. Sin ignorar la posibilidad de una maldad innata por necesidad, el director adapta la novela con el mismo nombre de Camille DeAngelistomándose el tiempo para que tanto lo más aberrante como lo más extraordinario encuentren su lugar común en este romance que hasta cierto punto se puede emparentar con Natural Born Killers, de Oliver Stone, y Raw, de Julia Ducournau.

Review | Hasta los Huesos. (Foto: Warner Bros. Discovery)

Las decisiones para la fotografía son tan atractivas que hasta en los momentos en que corre más sangre la película resulta hipnótica. En contrapunto, una banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross cargada a las cuerdas en los momentos íntimos y reveladores, así como a los sintetizadores en la vorágine de la violencia.

En tanto, Taylor Russell, Timotheé Chalamet y Mark Rylance parecen sumergidos en una comprometida competencia por demostrar quién actúa mejor. La joven impresiona con la variopinta gama de colores que expone a través de los cambios en sus estados de ánimo; el popular intérprete le sigue los pasos, siempre carismático, con momentos precisos de contención o explosión despiadada; mientras que el veterano actor es simplemente estremecedor, al mostrarse como recipiente de la sabiduría pero también como una entidad cautiva de una obsesión. Es alucinante lo magnética que pueden hacer la historia estos tres, incluso a pesar de su brutalidad.

Review | Hasta los Huesos. (Foto: Warner Bros. Discovery)

Hasta los Huesos no es para todo el mundo, ni menos para los más fáciles de escandalizar. Tampoco es para personas con estómagos sensibles. Con un solo dedo, la película establece lo que será su personalidad cruda, mientras que en otro momento un trozo de tripas derramado sobre un pulcro sofá denota la actitud blindada ante los prejuicios. Algunos podrán salir asqueados de la sala, otros maravillados; lo potente aquí es la imposibilidad de quedar indiferente al viaje.