Brad Pitt se entregó completamente a una entrevista con GQ en la que se abrió a hablar de su depresión, alcoholismo y hasta sobre el fin de su carrera, ya que sostiene que se encuentra “en el último tramo” de ella.

Conversando con la escritora Ottessa Moshfegh para la publicación estadounidense, el actor no solo se volcó a examinar su carrera de grandes éxitos cinematográficos, sino que abrió sus experiencias privadas.

En el diálogo hizo referencia a que dejó el tabaco durante la pandemia, además de los problemas que ha tenido con la ingesta de bebidas alcohólicas, al punto de acudir a un grupo de ayuda privado de Alcohólicos Anónimos.

“Estuve en un grupo de hombres estupendo, muy privado y selectivo, así que era seguro”, contó Pitt, quien explicó que vio “lo que le había pasado a otros, como a Philip Seymour Hoffman, a quien le grabaron mientras vomitaba, y me pareció algo atroz”.

Es por eso que el protagonista de Bullet Train dejó de beber en 2016, el mismo año en que se confirmó su divorcio con la también actriz Angelina Jolie, con quien tiene seis hijos en común.

“Creo que todos tenemos el corazón roto”, reflexionó también el actor.

Brad Pitt: ¿Qué confesiones hizo el actor?

El intérprete también se refirió a que aparentemente padeció depresión, sobre todo porque “creo que la alegría ha sido algo que he descubierto más tarde en la vida. Siempre me dejaba llevar por la corriente, iba por el mundo un poco sin rumbo, pasaba de una cosa a otra”.

“Creo que durante algunos años sufrí una depresión leve, y hasta que no la he superado, hasta que no me he aceptado totalmente, con lo bonito y con lo feo, no he podido sentir esos momentos de alegría”, recalcó.

Y no solo eso, Pitt también sostiene que, a pesar de no haber sido diagnosticado de manera oficial, aparentemente padece prosopagnosia, trastorno que afecta al lóbulo temporal, generalmente en el hemisferio derecho, generando que la persona pierda la conexión entre lo que ve y la parte de la memoria que se dedica a la identificación. Eso ha provocado que, en medio de eventos sociales, es víctima de una incapacidad de para recordar los rostros de las personas, haciendo que parezca frío o distante.

“¡Nadie me cree! Quiero conocer a alguien a quien le pase lo mismo”, puntualizó.

Con 58 años, Brad Pitt ha estado reflexionando sobre su existencia y lo que hace. De ahí que también sostenga que “de un tiempo a esta parte, me veo ya en mi última etapa. ¿Cómo va a ser esta nueva fase? ¿Cómo voy a planteármela?”.

Aunque no ahondó en el tema.