Yoshihito Nishioka no es el típico tenista japonés. Es zurdo, irreverente en la cancha y, lo más inesperado, fan declarado de un chileno que rompió esquemas en los 90: Marcelo Ríos.

Sí, el Chino. Ese mismo que llegó a ser el número 1 del mundo sin haber ganado nunca un Grand Slam, pero que dejó huella por su talento y carácter. Para Nishioka, no hay mayor ídolo.

“Es mi héroe”: el legado del Chino en Japón

No es común que un tenista japonés diga que su mayor referente es un latinoamericano. Pero Nishioka lo dice sin tapujos. “Marcelo Ríos es mi héroe”, confesó hace unos años, cuando ya empezaba a abrirse paso en el circuito.

Zurdo, bajito y explosivo, como el Chino, Yoshi se vio reflejado desde chico en la forma en que Ríos jugaba sin miedo a los grandes nombres. Incluso su meta es parecida.

“En Japón, los únicos tenistas famosos son Kei y Naomi. Yo quiero cambiar eso”, dijo, con la intención de igual lo que hizo el Chino en Chile.

El mejor de Asia… y no por casualidad

En 2023, Nishioka llegó al puesto 24 del mundo y fue el número 1 de Asia. Lo logró tras alcanzar los octavos de final en Roland Garros y en el Australian Open.

Todo, con un estilo distinto al molde clásico japonés. Menos robótico, más talento puro. Como su ídolo.

Si bien ahora mismo es el segundo del continente y su país, luego de su compatriota, Kei Nishikori (64°) sigue siendo un referente, llegando al puesto número 74 del ranking mundial.

Yoshihito Nishioka en el Miami Open (Getty Images).

Cuando hizo temblar al número 2 del mundo

Su consagración llegó en Seúl 2022, cuando derrotó al entonces número 2 del ranking ATP, Casper Ruud, para ganar su segundo título ATP.

En 2024 sumó su tercera corona en Atlanta, dejando claro que no es un fenómeno pasajero.