Max Purcell, campeón del US Open y Wimbledon en dobles, fue sancionado con 18 meses de suspensión tras aceptar una infracción a las normas antidopaje del tenis.
¿La razón? No se trata de un clásico caso de sustancias ilegales, sino de algo mucho más técnico: una infusión intravenosa que superó el límite permitido.
El australiano, de 27 años, se encontraba enfermo en Bali en diciembre de 2023 cuando recibió dos infusiones que excedieron los 100 ml en un lapso de 12 horas, algo prohibido por el reglamento.
A pesar de que los fluidos administrados estaban aprobados por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA), la cantidad superó lo legal.
“Fue un infierno”: su salud mental también se resintió
El caso afectó profundamente a Purcell, quien reveló en redes sociales que ha sufrido ansiedad, insomnio e incluso tics nerviosos desde que comenzó la investigación.
“No podía disfrutar nada sin pensar en esto”, confesó.
La Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) reconoció que no hubo intención de hacer trampa, y que el tenista cooperó en todo momento, por lo que se le redujo un 25% la sanción.
Max Purcell estará hasta 2026 sin tenis
Purcell no podrá competir, entrenar ni siquiera asistir a eventos relacionados al tenis hasta el 11 de junio de 2026.
Así, el campeón de Wimbledon 2022 y US Open 2024 en dobles queda fuera del circuito justo cuando se encontraba en la cúspide de su carrera.
Una sanción dura, pero que deja como lección que en el deporte de alto nivel, hasta el más mínimo detalle, puede marcar la diferencia, como le ocurrió a Jannik Sinner.