Hasta hace poco, pensábamos que la Luna había sido un satélite inactivo durante miles de millones de años. Sin embargo, un reciente descubrimiento ha cambiado por completo nuestra perspectiva sobre su historia.

Gracias a la misión Chang’e-5 de China, que trajo muestras de suelo y rocas lunares en 2020, se ha revelado que hubo actividad volcánica en la Luna hace solo 120 millones de años, lo que es considerado “reciente” en términos geológicos.

Sismos en la Luna

En diciembre de 2020, la misión Chang’e-5 de China trajo a la Tierra más de dos kilos de suelo y rocas lunares, convirtiendo a China en el tercer país en lograr esta hazaña, después de EE. UU. y la URSS.

Desde entonces, los científicos han estado examinando el material recogido, descubriendo detalles sorprendentes.

  • Uno de los hallazgos más revolucionarios es el de diminutas esferas de vidrio volcánico formadas hace unos 123 millones de años, revelando que la Luna no ha estado tan inactiva como se creía.

Un artículo reciente publicado en la revista Science detalla cómo los científicos analizaron más de 3.000 esferas de vidrio encontradas entre las muestras. Estas esferas se forman cuando el magma de erupciones volcánicas se enfría rápidamente.

Utilizando técnicas de datación radiométrica, los investigadores determinaron que algunas de estas esferas son mucho más jóvenes de lo esperado. Este descubrimiento cambia la comprensión previa de la geología lunar, que situaba el fin del vulcanismo lunar hace aproximadamente 2.000 millones de años.

Este hallazgo plantea preguntas sobre qué procesos internos mantuvieron la actividad volcánica en la Luna durante tanto tiempo. Algunos científicos sugieren que ciertos elementos radiactivos, como el torio, podrían haber acumulado calor en el manto lunar a través de la desintegración radioactiva, manteniendo “zonas calientes” que alimentaron erupciones.

El descubrimiento no solo redefine lo que sabemos sobre la Luna, sino que también podría influir en futuras misiones de exploración lunar. Los científicos ahora podrían buscar nuevas áreas para investigar posibles signos de actividad volcánica reciente y entender mejor la historia geológica de nuestro satélite natural.