Frecuentemente escuchamos hablar de nuevas criptomonedas que salen al mercado. Junto a estos nuevos instrumentos financieros como Opciones y Exchanges donde se intercambian estos activos que son creados.

Esta es una industria que ha crecido exponencialmente. Algunos sienten que es algo que hay que apresurarse a comprar para no quedar fuera de este fenómeno. Sin embargo, cuando tratamos de evaluar si un activo vale la pena de comprar, establecer si está a buen precio o no es escencial.

Y es que en el mundo de las criptomonedas la valorización presenta varios desafíos. Por ejemplo, si tengo que valorizar una acción, o estimar cuánto vale comprar un porcentaje de una compaía, existen metodologías que permiten aproximar un número. Por eso, podemos utilizar el valor presente de los flujos futuros que generará, ajustado al crecimiento u otros medios. Pero, ¿cómo se puede estimar el valor de Bitcoin y como se puede incorporar a la cartera de inversión, por ejemplo?

Antes de comenzar, hay que destacar que cualquier inversión debe ser hecha dentro de la visión y estrategia de tu cartera, preferencias y tolerancia al riesgo. Por eso, el procentaje que decidas incluir en este tipo de activos debe seguir las reglas anteriormente descritas.

Pero, si queremos entender un poco más de este activo es importante poner en contexto.En Fincratic te contamos lo que debes saber para entrar un poco más acerca de las criptomonedas.

El primer “White Paper” atribuido a Satoshi Nakamoto (alias creador del Bitcoin), comenzó a circular en octubre de 2008. Esta fecha es importante, porque es el momento más crítico de la gran crisis financiera de aquel entonces. En ese tiempo, bancos de inversión gigantes de hundieron causando pérdidas millonarias y poniendo en riesgo el sistema financiero mundial. De hecho, es aquí donde las semillas de las criptomonedas comienzan a tomar fuerza como crítica y buscando la disrupción del sistema financiero establecido.

Un dato relevante a la hora de entender el “fanatismo” que se encuentra a veces detrás de quienes apoyan esta industria. Su argumento es que no solo se trata de una buena inversión, sino de un nuevo sistema que no depende de los errores e irresponsabilidad que pueden causar las personas.

Además, en la economía encontramos que los países tienen Bancos Centrales y su rol es controlar la inflación, o en algunos casos maximizar el empleo. Sin embargo, estas entidades tienen desafíos, porque toman decisiones que a veces dependen de otras entidades para ejecutarlas: Por ejemplo, para que un Banco Central pueda llegar a la gente debe pasar a través de los bancos. Además, la política monetaria (el manejo de las tasas de interés, entre otras) cuando no es ejecutada correctamente puede causar hiperinflación.

En el caso de las criptomonedas, por ejemplo Bitcoin, tiene su propia política monetaria que es escasez, es decir hay un número limitado de Bitcoins que se pueden “minar”, lo cual debería de ponerle algún tipo de piso al valor, pero por otro lado carece de centralización que lo aleja de este tipo de errores.

Si el argumento es una alternativa al mundo de la centralización, las criptomonedas suenan como el futuro. El problema es que a la fecha los movimientos de precio no se han comportado de esta manera, como cuando comenzó la invasión de Rusia a Ucrania las criptomonedas se movieron de forma similar al Nasdaq, es decir, se comportaron como un activo financiero con alta volatilidad. En resumidas cuentas, aún vemos una alta correlación a los mercados financieros.

Por otro lado, las criptomonedas tienen el desafío que es la dificultad de valorizarlas, especialmente cuando no hay un número limitado de la moenda que se pueda obtener. Por eso, grandes académicos como Eugene Famma (Premio Nobel de Economía por el Modelo de Tres Factores) y Nouriel Roubini (Profesor de NYU) son fuertes opositores a incorporar este tipo de activos en tu cartera y sostienen que el valor de estas monedas debiera ser 0.

Sea cual sea tu posición en este debate, la incorporación de este activo tiene que incluir todos estos puntos para que pueda cumplir la función apropiada en tu cartera.