Los más nostálgicos de Chile, recordarán aquella histórica final de Grand Slam de Marcelo Ríos en el Abierto de Australia en 1998. Si bien el “Chino” perdió, el apellido de su verdugo aún sigue vigente en el tenis mundial.
Es que tras ese partido, su rival que representaba a Republica Checa alcanzó el número dos del mundo y a los seis meses marcó la primera gran polémica en materia de dopaje. Tan así, que decidió retirarse del tenis.
Debido a la sustancia llamada nandrolona, un esteroide vinculado con el crecimiento muscular, la ATP castigó al checo y Marcelo Ríos pidió que se le nombrara a él campeón de Australia, en 2016. Finalmente, esa petición fue negada.
Un apellido que trae el talento de vuelta en el tenis
El polémico tenista aludido es Petr Korda, a quién el chileno Marcelo Ríos aún recuerda con recelo en lo que pudo haber sido el primer nacional en tener un Grand Slam en la era ATP.
Si bien Korda alcanzó el número 2° del Ranking ATP, su posterior castigo de un año y retiro anticipado manchó su carrera. Pero como el deporte da revanchas, hoy su hijo es quien da que hablar en el circuito.
Se trata de Sebastian Korda, quien representa a Estados Unidos y a sus 24 años figura en el puesto 22° del ranking ATP. Es más, el año pasado llegó a ser 15° del mundo y ya suma dos títulos en su carrera.
El rubio Korda es una de las ex promesas y ahora realidades del tenis estadounidense, codeándose con los mejores y animando grandes partidos con los tenistas top del circuito, como Novak Djokovic.
“Mis mayores referentes, y las mayores razones por las que juego al tenis, son Rafa Nadal, mi padre (Petr Korda) y mi entrenador, Radek Stepanek. De hecho, mi padre entrenó a mi entrenador”, dijo el tenista, al medio ABC.