Este domingo los atletas Isaiah Jewett de Estados Unidos y Nijel Amos de Botswana dieron muestras del espíritu deportivo que reina en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Los dos eran aspirantes a medallas en los 800 metros planos masculino, pero un tropezón del norteamericano en la recta final de las semifinales arruinó el anhelo ambos compartían.
Jewett y Amos se quedaron unos segundos en el suelo, tal vez, pensando en todos los años que se prepararon y los sacificios que hicieron para llegar a esta carrera.
Pero se levantaron rápido y como dos buenos competidores se dieron la mano, se abrazaron y trotaron juntos hasta la meta, ya sin posibilidades de clasificar a la final.
La serie fue ganada por el keniata Rotich, quien estaba quinto antes del accidente y se impuso con un gran remate. Se clasificó con el mejor tiempo a la final.
“Pensaba que estaba en una buena posición para rematar, no sé qué decir… Son los 800 metros y estas cosas pasan”, dijo Amos tras la caída.