Conor McGregor perdió por nocaut en el segundo asalto su pelea con el norteamericano Dustin Poirier en el combate que marcaba su vuelta a la UFC luego de un año de inactividad.

Si ya fue sorprendente su derrota, al por primera vez perder por nocaut, una vez que finalizó la misma el irlandés abandonó el Etihad Arena en mal estado, algo que captaron las cámaras.

McGregor salió de su camarín ayudado con un bastón para poder caminar, evidenciando las secuelas del combate, especialmente su pierna la que quedó inmovilizada.

The Notorius hizo abandono del complejo deportivo acompañado de sus asistentes e intentando poner humor a un momento duro, ya que en la previa había prometido ganar volviendo en gloria y majestad, algo que estuvo lejos de pasar.

El irlandés no pudo contener la lluvia de golpes que le proponó Poirier en el segundo asalto, siendo una de las derrotas más duras de Conor McGregor sólo comparable a la sufrida ante Khabib Nurmagomedov en octubre el 2018.

Siete años tuvo que esperar el norteamericano para cobrarse revancha del nocaut que le propinó el irlandés en 2014.