Cuando cualquier aficionado al futbol oye la palabra clásico, le vienen a la cabeza dos escudos que se identifican con el partido por excelencia. Estos dos emblemas son los que corresponden al FC Barcelona y al Real Madrid, las entidades con más seguidores a nivel mundial del planeta futbol.

Después de haberse visto las caras en Copa del Rey en dos ocasiones, con resultado de sobra conocido para el gran público, ahora es el turno de un nuevo partido de campanillas, pero en esta ocasión en la competición de la regularidad, como es la Liga Santander.

Los catalanes desembarcarán en el coliseo blanco con todo su arsenal de estrellas. Pese a lo que pudiera parecer, no se le da nada mal cuando rinde visita al eterno rival, puesto que en la última década ha obtenido un buen puñado de resultados para la rememoración, incluso con actuaciones para el recuerdo de los aficionados, como aquel 2-6 de la temporada 2009 con el que el conjunto dirigido por aquel entonces por Pep Guardiola, asombró al mundo y copó las portadas de los periódicos a nivel mundial.

Por aquel entonces, ya formaba parte del plantel culé, un chico formado en “La Masía” que ya era realidad del futbol en aquella época, y hacia vislumbrar tener un gran futuro por delante. Este no era otro que Leo Messi. El crack argentino sigue deleitando a los aficionados con actuaciones de ensueño semana tras semana, y esta vez vuelve a uno de sus escenarios fetiche. En esta ocasión no es una eliminatoria al uso, pero sin duda, si el cuadro del “Txingurri” Valverde consigue salir victorioso, tocará la Liga con las manos a expensas de lo que haga el Atlético de Madrid, único equipo que pondría en cuestión la consecución blaugrana.

Enfrente tendrán un rival como el Real Madrid, capaz de lo excelente y lo deficiente en esta campaña. El cuadro dirigido por Santiago Solari, buscará poner a su afición en pie con una victoria, que aumente las posibilidades de obtener el título de Liga y contagie de ilusión a su parroquia en lo que queda de campaña.

El cambio de cara que ha dado el argentino a los suyos es radical. La irrupción de una promesa del futbol como Vinicius Jr., que ya es presente, da alas al madridismo al haber encontrado un faro que da luz a sus esperanzas no solo este año, sino también las temporadas venideras. Pero no solo del brasileño vive el equipo. Pesos pesados del vestuario, como Benzema o Modric, han dado un paso adelante y han ido adquiriendo un estado de forma óptimo para afrontar la fase más determinante de la temporada.

Las aspiraciones en Liga del conjunto blanco pasan por el devenir del derbi. Las estadísticas son adversas para los locales, pero en un partido de este nivel todo puede pasar.

Barcelona o Madrid, Madrid o Barcelona, una Liga en juego y a los locales solo les vale un resultado, la victoria. Nos espera un espectáculo formidable.