Gustavo Quinteros es conocido por ser el actual entrenador de Colo Colo, el equipo más popular del fútbol chileno. Sin embargo, el trasandino tiene toda una faceta desconocida fuera del deporte, donde disfruta del rock, el cine y Netflix.

El estrategavivió la temporada pasada uno de los momentos más complejos de su carrera, donde se vio enfrentado a la lucha por el descenso junto al Cacique. Afortunadamente para él, el equipo pareciera estar saliendo a flote, por lo que hoy puede estar mucho más tranquilo.

En ese contexto, Quinteros protagonizó una extensa y relajada conversación en Dale Albo, donde abordó aristas desconocidas de su personalidad, declarándose un rockero de tomo y lomo y detallando su gusto por el grupo liderado por Freddie Mercury:

“Hay varios. Queen, Los Abuelos de la Nada, Soda Stereo, un montón. Los Rolling Stones. Escucho mucho rock argentino, me motiva. Hay canciones para distintos motivos, como lo usan los jugadores que escuchan otra música. Pondría otra, pero ellos con esa se motivan”, contó entre risas.

El entrenador de Colo Colo también desclasificó su afición por las series de Netflix y el séptimo arte: “me encanta el cine. Extraño el cine, ir con la familia, con mis hijos, mi esposa, amigos, parejas de amigos. Me encanta ver películas. He visto 100 películas o series en el último año. Vi todas las de Mourinho, Guardiola, Messi, The Last Dance, Tévez. Primero veo las de deportes, un montón”.

Gustavo Quinteros se mostró a corazón abierto y reveló qué hizo con su primer sueldo hace ya varias décadas atrás:

“Llevé algún regalo a mi mamá y mi papá. Era bajo, pero me compré cosas para mí. No pudo ser una casa porque no alcanzaba, pero siempre pensé en eso, en llegar con algo a mis viejos que siempre me apoyaron”, confidenció.

Quinteros no se imagina trabajando fuera del fútbol.

Pese a que el mundo del fútbol siempre se relaciona con lujosos automóviles, Quinteros confesó que las cuatro ruedas nunca fueron un tema primordial para él, y su primer coche llegó pasados los veinte años:

“Uff… Debe haber sido a los 23 o 24 años. Primero me compré dos departamentitos chiquitos, después el auto. Fui de esos que ahorraba para comprar una propiedad primero. Un auto usado de mi cuñado en cuotas y barato”, relató.

Por último, el actual DT del Cacique reconoció que para él la vida está ligada de forma inquebrantable con el balompié, y que jamás se vio a sí mismo trabajando en otro rubro:

“No me imagino haciendo otra cosa. Siempre soñé con jugar al fútbol, en primera de mi pueblo, un club profesional, después cuatro años antes de retirarme ya había hecho el curso de entrenador”, explicó.

“Siempre viví esto como una pasión, desde que empecé en mi pueblo. Esto es una pasión, no es un trabajo. Es una profesión porque nos tenemos que dedicar, mejorar y ser mejores profesionales, crecer, uno aprende siempre. Hay que estar abierto al aprendizaje”, cerró.