Juan Manuel Silva y Marcelo Vega eran vecinos de la población Santa Elvira en Copiapó. Y se conocen de los tiempos del colegio, mucho antes de que ambos comenzaran a despuntar en Regional Atacama a principios de la década de los 90.

Por eso, al reconocido Chamaco -ex Cobreloa y Cobresal,y hoy gerente técnico de los albinaranjas- no le vienen con cuentos sobre el Toby, a quien destaca como uno de los talentos más notables con los que compartió en el fútbol chileno, y pone como ejemplo sobre la vigencia del 10 en el fútbol moderno.

“En el barrio le decían Piraña… somos de la Santa Elvira. Yo soy de la León Gallo, pero llegué a los 9 años a Santa Elvira y había una cancha de baby, que era de la empresa que administraba el agua en Copiapó. Jugábamos uno contra uno, y cuando yo ganaba, te pedía de inmediato la revancha”, recuerda Silva en conversación con La Redgoleta de Redgol.

La aparición de Vega fue explosiva.”Marcelo de pequeño marcó muchas diferencias en esas categorías. Teníamos un grupo que se perdió, que si hubiera tenido la visión de hoy habría sacado muchos jugadores. Copiapó siempre ha sacado muy buenos jugadores, por eso me extraña que ahora no salgan muchos jugadores de Copiapó”, agrega.

“Me rebelo en contra de la extinción del número 10”

Juan Manuel Silva jugó como lateral y mediocampista, pero dotado de un gran énfasis en lo técnicoque le permitía asumir otras funciones. Por eso defiende la existencia del número 10 en el fútbol moderno, más allá del desarrollo del juego.

“Cuando tú me dices que se va a extinguir el 10, yo me rebelo contra eso, porque es la esencia del fútbol, el que encanta a los hinchas. Hay que trabajar, buscar y preparar para encontrarlo. Cómo no vamos a poder preparar ese jugador”, se pregunta Chamaco.

Marcelo Vega surgió como delantero en el fútbol chileno y terminó como uno de los mejores enganches de la década de los 90. Foto. Retrofútbol

“El 10 moderno tiene otras cosas. En el pase largo, por ejemplo, los defensas hoy están mejor parados y son buenos en el mano a mano. Pero me resisto. Hay que buscar desde chicos jugadores de esa calidad, porque en igualdad de condiciones son los que te hacen ganar un partido”, sentencia el gerente deportivo albinaranja.

Un paladar que Silva ha tratado de alentar en Cobresal. “Para nosotros fue muy grato tener a (Marcelo) Cañete, porque interpreta plenamente a ese tipo de jugadores. Si tú te vas a la historia de Cobresal o Cobreloa, siempre había ese 10”, reafirma.

“Yo digo: uno paga una entrada por ir a ver una buena película, yo pagaría una entrada por ver al Coto Sierra, al Coke Contreras, al Guatón Vega, a Cañete; porque es la esencia del fútbol, la magia. Para mí fue grato ver a (Jorge) Valdivia. Muchos dicen que es un jugador burlesco, pero al contrario, si va en beneficio para sacarte uno o dos jugadores”, complementa.

Juan Manuel Chamaco Silva estuvo una década brillando en las canchas del fútbol chileno