Un inesperado cambio sorprendió a la Primera B del futbol nacional en donde se reveló que el defensa Gonzalo Lauler deja Santa Cruz para regresar a Provincial Osorno.
A través de un comunicado en redes sociales, el equipo señaló: “Debido a motivos personales, ha tomado la decisión de no continuar en nuestro club. Queremos expresar a Gonzalo nuestro más sincero agradecimiento por su dedicación y contribución al equipo durante su estadía en esta institución”.
Recientemente, el mismo jugador en conversación con AS entregó detalles de su salida y la compleja situación que lo impulsó a tomar la decisión.
Gonzalo Lauler se sincera sobre delicada situación personal
En conversación con el medio, el defensa señaló que le explicó sus motivos a su entrenador y a la dirigencia de Santa Cruz. “Pero no querían que me viniera. Sin embargo, mi decisión estaba tomada. Hasta ayer (martes) intentaron convencerme, pero yo estaba decidido. Por lo motivos que yo tenía, me venía a Osorno sí o sí, aun cuando el club no me quisiera. Hubiera esperado hasta mitad de año para buscar equipo, pero yo me venía”.
Agregando que a pesar de que se sentía bien jugando y entrenando, todo cambiaba al salir de la cancha. “Al momento de llegar a mi casa era el problema. Yo tengo diagnosticada una depresión por ansiedad. Lo intuía, pero nunca quieres escuchar eso. Aceptarlo me daba miedo. Me estoy tratando y no tenía la contención emocional después”.
“Solo tenía a mi perrita esperándome, dormía conmigo. No tenía a mi mamá o a mis hermanos para darles un beso y un abrazo. Todo eso me estaba pasando la cuenta. No dormía bien. Es un tema delicado para mí, pero por primera vez me puse por delante”, explicó al medio.
En la misma línea, señala que se encuentra mejor “en una curva ascendente en cuanto a mi mejoría, pero necesitaba la contención emocional de mi familia”.
“Quiero seguir en el proceso de dejar las pastillas, porque no puedo depender de medicarme para llevar una vida normal”, señaló.
El jugador también fue consultado sobre si perdió el sentido a la vida en algún momento, respondiendo que sí. “Igual como que tuve episodios de pensamientos, entre comillas, malos (…) Llorando todos los días. Era lo único que me liberaba. De repente te encuentras a las cuatro de la mañana en esa situación. ¿A quién puedes llamar? Esa lucha fue difícil, y estoy saliendo”.
Añadiendo que “lloraba y en la mañana estaba cagad… de la risa en el entrenamiento. Hoy puedo hablarlo y estoy feliz por el paso que di.