Universidad de Chile celebra sus 96 años de historia en esta jornada, donde las redes sociales del club y, lo más importante, sus hinchas, han llenado de azul el día, recordando miles de anécdotas e importantes partidos.

Es por esto que en Redgol abrimos el espacio para que históricos y referentes del club cuenten sus mejores historias, de su paso por Universidad de Chile, donde algunos han quedado para siempre en el libro sagrado de los bullangueros.

El Ballet Azul

Uno de los equipos más recordado en la sabrosa historia de Universidad de Chile es el Ballet Azul, donde salieron muchos jugadores que fueron la base de la selección chilena, por ejemplo, en el Mundial de 1962.

Uno que alcanzó a jugar con muchos de los referentes de esa época fue Francisco Las Heras, quien detalla su emoción por ser parte de ese recuerdo y lo que ha dejado la U en su vida.

“Difícil expresar lo que uno siente. Difícil decirlo, porque de alguna forma parte de estos 96 los ayudé a construir. Comencé a los 12 años, era un niño, todavía estaba en el colegio. Viendo a Leonel y a todos los del Ballet Azul. Lo comenté a un escritor, le decía que había sido increíble lo de 1962, cuando tenía 13 años, ver jugar a la selección en el Mundial y posterior formar parte de ese plantel. Son muchos los recuerdos que tengo”, comentó lleno de emoción.

En ese sentido, pensando en un nuevo aniversario, asegura que es un club que cada día crece más, por lo mismo hay que quererlo y respetarlo.

“Por la U, van a pasar los jugadores, los directivos, van a pasar las sociedades, pero la U va quedar por siempre y cada día encuentra nuevos adeptos, buenos y otros malos”, destaca.

El día que el desierto fue azul

El Salvador es tierra santa para los hinchas de Universidad de Chile, lugar en en el año 1994 marcó el regreso de los azules a lo más alto del Campeonato Nacional, luego de 25 temporadas sin poder gritar campeón.

El encargado de ejecutar el recordado penal que les dio el trofeo fue Patricio Mardones, quien lo tiene como uno de sus goles más importantes en su carrera.

“Por la trascendencia que tuvo fue el gol más importante y por lo que significó para la U, fue lo más importante”, recuerda.

Algo que tuvo que repetir en la siguiente temporada, cuando se logra el bicampeonato ante Deportes Temuco en el Estadio Nacional.

“En el Estadio Nacional con 70 mil personas, creo que el penal fue más difícil que El Salvador. Más que nada porque el arco se ve mas chico en el Nacional que en El Salvador, pero tenía seguridad de que lo hacia”, detalla.

Más allá de que Mardones fue formado en Universidad Católica, cree que se ganó un espacio importante en el corazón azul.

“Tiene un significado especial para mí, porque siempre seguí ligado al club. Todo eso fue importante en mi paso”, destaca.

El sueño de niño

César Vaccia llegó como interino al primer equipo de Universidad de Chile y todavía es recordado por la histórica campaña que lideró en los azules.

“Con la U me vinculan miles de recuerdos. Supe de las U a los cinco o seis años. Escuchando partidos por la radio me enamoré de la U. Tenía el sueño de jugar por la U y después se transformó en dirigir el club”, cuenta un emocionado Vaccia.

El entrenador fue bicampeón con los azules en los años 1999 y 2000, en dos títulos que marcaron a los hinchas, por el poderío que tuvo el club ante sus archirrivales.

“Que te guste la U desde chico y después tener la posibilidad de dirigir el club de tus amores, queda para el resto de la vida. Soy un privilegiado. El título del 99, mi primer título profesional, cuando termina el partido y miro hacia la tribuna veo a mi mujer, mis hijos y mi familia. Fue una emoción, un sueño que tuve desde niño y se cumple ese día con el equipo de mis amores”, recuerda.

El título que nadie creía posible

Universidad de Chile fue un invitado de piedra a una celebración en Calama, en la final ante Cobreloa, cuando tenían toda la fiesta armada para gritar que eran tricampeones.

Héctor Pinto fue el entrenador de un equipo, en el que pocos creían, pero que se consagró campeón, una vez más, en el desierto del país.

“Lo más lindo que he vivido en mi club. Formado en la U y como jugador no fui campeón, por lo que, para mí, cuando me dieron la posibilidad de dirigir la U, dije ‘voy a estar con todo mi cariño, pero no pensaba salir campeón’. Las cosas se fueron dando por todo lo que aprendí. Nadie creyó en ese título ni a los dirigentes, no iban ni en el avión a Calama”, recuerda Pinto

Por lo mismo asegura que “es una de mis satisfacciones más grandes, que le pude dar un campeonato a mi club y quedé en la historia”.

Sin duda una emoción contenida que quedó grabada en una imagen de televisión, cuando Johnny Herrera marca el penal del título, pero que el Negro Pinto se demoró unos segundos en reaccionar a lo que estaba viviendo.

“Me demoro mucho en gritar el triunfo, estaba en manos al bolsillo cuando Johnny hace el gol y no la creía. Se me tiraron encima los ayudantes, fue el momento que vine a reaccionar. Estaba en otra. Me costó asimilar esos últimos segundos”, detalla.

La gloria Sudamericana

Uno que fue clave en la obtención de la Copa Sudamericana fue Marcos González, quien supo ser patrón de la defensa, al igual que Marcos González y el capitán José Rojas, por lo mismo lo tiene en una parte importante de su historia en el fútbol.

“La Sudamericana, no sólo para mí, para la institución también. Es un tremendo logro para todo jugador y para el club, así que creo que son buenos años de historia junto a la U”, relata el defensor.

Algo que también agradecer, porque pese a que jugó en varios equipos, la U quedó para siempre grabada en su vida.

“La formación que me dio Universidad de Chile, donde estuve toda la vida ligado a la institución. Los años que uno pasa jugando, con los profesores, compañeros, el tiempo que se invierte, la ayuda del club”, recuerda.

Una situación que siempre recuerda y que trata de recordar, porque el azul de la U le quedó en las venas.

“Es distinto formarse en un club, que después como profesional pasar por otros clubes. Dede los 8 años estuve en la institución hasta retirarme prácticamente”, finaliza.