El Campeonato Nacional tiene el 28 de agosto como fecha de su posible retorno, a la espera de lo que señale la autoridad sanitaria respecto de los permisos para los estadios. Pero Universidad de Chile ya tiene una certeza: no tendrá siempre al Estadio Nacional.

El recinto ñuñoíno es utilizado por cientos de deportistas que se entrenan en sus instalaciones en cuarentena, gracias a los permisos especiales que han emanado del Ministerio del Deporte, y la ministra Cecilia Pérez ya alertó sobre las prioridades.

"El fútbol profesional sólo va a poder jugar en el Estadio Nacional los fines de semana, en partidos Clase A y a solicitud de Estadio Seguro. Queda con restricciones en beneficio de los deportistas de alto rendimiento", explicó la secretaria de estado.

De esta forma, en Universidad de Chile ya tienen una certeza. Si el Superclásico de la novena fecha ante Colo Colo se juega en fin de semana, podrán recibir a los Albos en el Estadio Nacional. Y más adelante, tendrán que buscar otro recinto para la localía.

Los partidos Clase A agrupan los clásicos y los encuentros de la selección chilena, por lo que el coloso de Avenida Grecia no tendrá otra utilidad para el fútbol durante el plazo que duren las condiciones especiales.

Universidad de Chile ha sido local en el estadio Monumental en siete oportunidades (Agencia Uno)

Universidad de Chile ha sido local en el estadio Monumental en siete oportunidades (Agencia Uno)

Pero hay más alternativas. En Santiago, Estadio Seguro incluyó en su lista preliminar a otros cuatro recintos: estadios Monumental, San Carlos de Apoquindo, Santa Laura y Municipal de la Cisterna (con restricciones).

Entre los tres recintos privados debiera salir la nueva casa de los azules, que históricamente se han mudado el estadio de Unión Española cuando no tienen habilitado el Nacional, y en segundo término al recinto de Colo Colo, hace más de una década.

La determinación está en estudio y debe establecer resultados antes de fin de mes, si los azules esperan dar su opinión respecto a la programación de sus encuentros en calidad de anfitrión, escenario en el que los universitarios se han hecho históricamente más fuertes.