Pese a que se rumoreó que la U no se reforzaría al término de la primera rueda, los magros resultados que la tienen en el último lugar de la tabla de posiciones con apenas siete puntos, hace que la concesionaria esté evaluando nombres para que lleguen al club urgentemente.

El primer puesto a reforzar es el de volante de contención. La mayor parte de la campaña se la ha llevado Rafael Caroca, quien se ha visto sobrepasado sobre todo cuando Alfredo Arias instaló la línea de tres como forma de jugar. Esto unido al bajo rendimiento que ha experimentado el ex jugador de Iquique, hacen necesaria la llegada de un mediocampista defensivo. Como nombres se piensa en Francisco Silva y Leonardo Gil, ambos chilenos que juegan en Argentina, en Independiente y Rosario Central, respectivamente.

 

Nicolás Oroz es de los pocos que llegaron este 2019 y que han cumplido con las expectativas azules, pero es claro e inobjetable que no tiene reemplazo, más cuando en los últimos dos partidos no ha podido terminar los 90 mintuos. El problema es que hay muchos 10 en el mercado, pero extranjeros, y el cupo está copado, ahí se abre la interrogante si la U está dispuesta a desprenderse de uno de ellos para abrir un espacio. La solución nacional pasaría por traer a Leonardo Valencia, el que termina contrato con Botafogo en junio, o, conseguir por fin el ansiado préstamo de Ángelo Araos, que poco y nada juega en Corinthians.

La tercera necesidad que tiene la U, es en ofensiva. Los dos delanteros que llegaron este año, Gabriel Torres y Matías Campos López, registran cero gol, algo que tiene irritado a varios en el segundo piso del Centro Deportivo Azul. Por tanto, apuntan a un goleador calado, aunque la alternativa B sería mandar a préstamo a un extranjero y sumar a Jonathan Zacaría, el que está recuperado de su lesión y entrena con el primer equipo hace rato y podría darle alternativas a Alfredo Arias que tiene muchos delanteros de área y pocos punteros.