La Corte de Apelaciones de Concepción definió esta tarde que Jorge Eduardo Escobar, único sospechoso en la muerte del menor de 3 años Tomás Bravo, no quedará en prisión preventiva y le concedió la libertad. Esto tras sostener una extensa audiencia de más de cinco horas en la que se evaluaron las medidas cautelares que recaerían sobre el imputado.

La decisión se da después de que el martes pasado el Juzgado de Garantía de Arauco desestimó dejar privado de libertad a Escobar por la falta de pruebas que, a juicio del tribunal, tampoco son determinantes a la hora de indicar si hubo un homicidio en este caso.

La Corte de Apelaciones indicó que "no es posible situar al acusado en el lugar de los hechos" con la información que se mantiene hasta ahora, sobre todo por la falta de los resultados de diversas pericias que se mantienen pendientes. El tribunal de alzada también indicó que "no es posible darle mayor credibilidad" al informe del Labocar de Carabineros.

El fiscal Jorge Ortiz insistió una vez más sobre la imputación de cargos por homicidio calificado en contra del acusado y entre sus argumentos planteó que cuando uno dice la verdad no necesita preparar relatos o coordinar versiones con la familia para evitar tener problemas. Sin embargo, no pudo convencer al tribunal.

Mientras la familia materna se mantiene firme con la tesis de un secuestro y pidió que se investigue esa línea, la familia paterna apunta al tío abuelo de Tomás como el responsable de su muerte, sin descartar la participación de terceros.