Uno de los fenómenos más extraños de la historia climática se registró en el círculo polar ártico, cuando el termómetro marcó 38 grados celsius, la temperatura más alta que exista registro tan al norte del mundo.

El hecho ocurrió en Verkhoyansk, una de las ciudades más frías del mundo, cuyas temperaturas se mueven entre los -46,2 °C en invierno y los 15,2 °C en verano.

Esto es en pleno Siberia, zona que en los últimos días ha estado sufriendo con olas de calor con temperaturas 18 grados más altas que el promedio histórico.

Las temperaturas han generado preocupación, ya que se han generado incendios forestales en la zona y son prueba irrefutable de que el cambio climático está más presente que nunca.