Las clínicas encendieron las alarmas por los altos niveles que adeudan tanto Fonasa como las Isapres. Según el gremio Clínicas de Chile, la deuda de ambos sistemas es cercana a los $700 millones de dólares.

Javier Fuenzalida, vicepresidente ejecutivo del gremio, precisa que las isapres adeudan $350 millones de dólares, mientras que la deuda de Fonasa alcanza los US$345 millones.

La situación sería particularmente complicada para los prestadores privados, debido a que una gran cantidad de ingresos de las clínicas se obtienen por pacientes pertenecientes a Fonasa o Isapre.

Según el propio Fuenzalida, algunas instituciones incluso han debido concurrir a la deuda para financiarse.

Lo anterior va en línea con lo informado por la Asociación de Isapres a inicios de febrero, cuando anunciaron que registraron pérdidas por $137 mil millones de pesos, “siendo el peor año en la historia de las Isapres”.

En aquella instancia, la agrupación indicó que “lo anterior, marca un punto de inflexión, por lo que en el gremio destacan lo preocupante de este escenario por el importante rol que juegan las Isapres en el sistema de salud y en la seguridad de millones de afiliados y sus familias”.

 

Este complejo panorama se debe, en gran medida, al congelamiento -por dos años consecutivos- de los precios de los planes de salud de las Isapres, de acuerdo a la Ley N° 21.350 que frenó el reajuste para 2020 y 2021, manteniendo los valores de 2019”, explicaron en la instancia.

Para Gonzalo Simon, presidente de la Asociación de Isapres, “estos resultados nos ponen en el peor escenario en la historia de las Isapres. El sector se ha visto presionado por el congelamiento de precios, el aumento sostenido de licencias durante los últimos años y el incremento de las prestaciones, a pesar de los esfuerzos realizados por parte de las Isapres por administrar este escenario y continuar brindando salud de calidad a sus afiliados, lo que nos ha llevado a una situación muy compleja”.